Pablo VI será proclamado santo en el día de hoy. El historiador y sacerdote valenciano Vicente Cárcel Ortí relata que durante el proceso de canonización se le pidió un informe especial para explicar la relación del papa con el dictador Francisco Franco.

Cárcel Ortí, uno de los máximos expertos sobre Pablo VI y la Historia de la Iglesia durante el franquismo, reside en Roma desde hace años, y explica en una entrevista que el estudio «se hizo necesario para aclarar algunas cosas que aparecían confusas en las relaciones con España porque se mezclaba lo que había hecho como cardenal y lo que hizo después como papa».

El relator (una especie de juez instructor) de la causa del papa Giovanni Battista Montini reveló que se tuvo que pedir este estudio para incluirlo en la documentación del proceso.

Montini, cuando era arzobispo de Milán, envió un telegrama a Franco pidiendo el indulto para el dirigente comunista Julián Grimau, que finalmente no se escuchó y acabó fusilado. Dos meses más tarde, el 21 de junio, fue elegido papa. «Por ello, tras su elección, en la prensa española, afín al régimen, sacaron el telegrama famoso y se montó una campaña de desprestigio sobre Pablo VI y comenzó una época muy confusa que en la Congregación para la Causa de los Santos quisieron aclarar y me encargaron un estudio», revela Cárcel Ortí.

El historiador valenciano, de 78 años, explica que elaboró un amplio estudio para aclarar tres puntos principales para el proceso de canonización. «Fue un estudio muy amplio donde se demostró que Pablo VI siempre condenó el terrorismo viniera de donde viniera, pero al mismo tiempo se manifestó contra la pena de muerte y siempre pidió clemencia, indultos y perdón para los condenados», resume.

El sacerdote destaca que el papa Montini nunca tuvo problemas de resaltar en sus discursos «que el Gobierno español no le hacía caso en estas peticiones, y el más clamoroso fue el de la solicitud de clemencia para las once condenas (de miembros de ETA y del FRAP) en 1975, dos meses antes de la muerte de Franco». Cárcel Ortí se encontraba en Roma con el cardenal Vicente Enrique y Tarancón cuando se le informó de que el papa llamaría por teléfono esa noche a Franco para pedir el indulto de todos, «pero esa llamada no se la pasaron nunca».

Pablo VI en su audiencia general del día siguiente reveló que por tres veces habían pedido clemencia y también durante la noche, «para que se optase en vez de por el camino de la mortífera represión, el de la magnanimidad y el de la clemencia», y añadió el famoso: «Por desgracia no hemos sido escuchados».

Cuenta el historiador Cárcel Ortí que Tarancón en sus memorias siempre dijo que Franco no supo nada de esta llamada porque no se la pasaron y que sí hubiera hablado con el papa «les habría indultado». Para este historiador, a Pablo VI la prensa del régimen le pintó como «el enemigo de España», pero el papa «en verdad quería mucho a España y lo demostró proclamando a Santa Teresa de Ávila doctora de la Iglesia». «Fue muy crítico con el régimen», añade, porque venía de una familia de antifascistas que había luchado con la resistencia, pero «demostró mucho cariño y afecto y tuvo muchas manifestaciones de amor» por España.

Regeneración de obispos

Cuenta además la preocupación del papa Pablo VI para facilitar la transición en el país y que desde que lo eligieron «empezó a prepararla cambiando a los obispos lentamente por más jóvenes y de otra generación y dándoles instrucciones para que fueran preparando el ambiente de la sociedad y la Iglesia».

«Era un demócrata, llevaba la democracia en la sangre y era contrario a cualquier tipo de totalitarismo. Quería una transición pacífica en España y lo único que pudo hacer fue intervenir con los obispos», explica.

El sacerdote cuenta también que el pontífice Pablo VI pidió en varias ocasiones derogar la potestad que tenía España de participar en la elección de los obispos, pero Franco siempre se negó. Ante la canonización de hoy, el historiador afirma que Pablo VI ha sido «el gran pontífice del siglo XX» y revela que durante un encuentro con Francisco le regaló su libro sobre Montini y que el argentino lo agarró con cariño y dijo: «Pablo VI es mi gran papa».