Salvador Gascón es uno de esos tipos de otra época, que tuve el placer de conocer allá por el año 2000 cuando empezaba con mi productora dirigiendo un documental sobre Ricardo Tormo.

Ricardo y Salvador son dos de esos hombres sacados de una película de John Ford, a los que el mundo de la moto nunca les agradecerá lo suficiente.

Uno corría veloz con una moto trucada por los campeonatos de España y el otro traía camiones cargados de balas de paja para tapar aceras y bordillos.

El primero tras mil peripecias y dificultades se convirtió por dos veces en campeón del mundo, el segundo convirtió el Moto club Cullera por siete veces en el mas importante de España .

Salvador y Ricardo fueron inseparables , eran como dos outsiders a caballo sacados de una película en blanco y negro.

Detrás del épico éxito de Ricardo se entreveía la enorme figura de su manager, su amigo Salvador.

Un terrible accidente bajó a Ricardo de las motos para siempre y en aquel instante fue como si de alguna manera Salvador también se apeara con él.

Aun así se sintieron afortunados y marcaron un tiempo de valientes , una época romántica que ya no volverá, en donde muchos pilotos dejaron su vida en accidentes por los diferentes trazados urbanos del territorio español, siendo los padres y precursores de lo que hoy es el mundo de la moto.

Un buen día Salvador y Ricardo se empeñaron en construir un circuito profesional, para que las nuevas generaciones dejaran de accidentarse en las calles y el sueño de ambos por fin se hizo realidad.

Ricardo no pudo ver terminado su circuito pero su amigo Salvador si y exigió a los políticos que el circuito llevara su nombre y con muchas dificultades lo consiguió.

Salvador que era un hombre de fuertes convicciones y con un respeto profundo a la palabra, me enseñó que había que pelear por los sueños, aunque fueras de pueblo y tu moto no corriera.

La ultima vez que le vi, fue en su restaurante de Cullera , allí quise llevar a Alex de la Iglesia con el que rodaba El Bar en Valencia.

Allí salvador nos encandiló a todos con sus dotes oratorias , era un gran conversador y allí todos descubrimos que él fue el inventor del arroz negro, y fue por error, pero eso es otra historia.

Buen Viaje amigo.

Kiko Martinez

Productor de cine