La ampliación y renovación completa del Hospital Clínico de València no estará lista hasta, al menos, 2028. Esta es la previsión de la Conselleria de Sanidad si se cumple el plan de reforma diseñado para el centro sanitario que presentó ayer la consellera del área, Ana Barceló, y la directora general de Régimen Económico, Carmelina Pla.

La ampliación del hospital, que ganará 17.000 m2 en una primera fase y 30.000 metros cuadrados cuando acaben todas las intervenciones, se hará gracias a la compra, el año pasado, del antiguo edificio anexo de la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Agrícolas.

En cifras globales, las cuatro fases del proyecto -que se alargarán durante toda una década si se cumplen los plazos- necesitarán de un presupuesto global de 50 millones de euros.

Gracias a esta inversión, la Administración busca ampliar la capacidad del centro situado en Blasco Ibáñez -y desde el que llevan reivindicando años la necesidad de ganar espacio- con un 28 % más de camas hasta las 709 previstas, seis quirófanos más, la renovación completa de las consultas externas; casi triplicar los espacios para técnicas y duplicar las camas para pacientes críticos.

Por ahora, el proyecto no ha hecho nada más que arrancar con la licitación -por 1,4 millones de euros- del expediente para contratar la redacción del proyecto y dirección de obras de la primera fase: la reforma del antiguo edificio de la escuela de Agrícolas. El edificio principal no se podrá alterar al estar protegido, ya que fue diseñado en los años 60 por el arquitecto Fernando Moreno Barberá.

Reorganizando los espacios internos y sustituyendo los edificios anexos por sótanos y semisótanos se busca ganar 17.000 metros cuadrados más para trasladar allí, como ya se había anunciado, todas las consultas externas del centro hospitalario, que actualmente están disgregadas en varios puntos y aumentarlas de las 98 actuales a 118 en total.

Las consultas externas, en 2021

Además de las consultas externas, se trasladará allí también el nuevo hospital de día multidisciplinar, el servicio de atención al paciente, el área de trabajo social y la unidad de documentación clínica y admisión.

Esta primera fase necesitará de tres años para completarse y un presupuesto estimado de 19 millones de euros. Así, según el plan trazado por Sanidad, las obras del nuevo edificio de consultas externas y el traslado de estas no se resolvería antes de 2021.

En estos tres años, la conselleria ha propuesto simultanear las obras con la redacción del plan especial urbanístico necesario para reordenar los volúmenes en la parcela teniendo en cuenta el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de València y también preparar los proyectos que configuran la segunda y tercera fase que no acabarían, respectivamente, hasta 2023 y 2025. Estas fases ulteriores buscan cambiar el complejo hospitalario «en su conjunto, poco a poco», renovando el bloque quirúrgico y ampliando el servicio de urgencias y de rehabilitación.

Para ello se ha programado construir un nuevo edificio longitudinal de hospitalización en la parte trasera de la nueva parcela, recayente a la avenida Menéndez y Pelayo y el derribo del edificio que actualmente alberga parte de las consultas externas para levantar uno nuevo como continuación del anterior.

La última fase implicaría la reforma del actual edificio Materno-Infantil y su conexión con los nuevos edificios construidos en la segunda y tercera fase.