El dictamen sobre la gestión del agua en las Corts Valencianes que el pleno de las Corts aprobó ayer después de más de un año de trabajos y la participación de medio centenar de expertos certifica que la única toma posible para el trasvase Júcar-Vinalopó en Cullera.

Pese a la presión de los regantes de Alicante, que ayer acudieron a las Corts, y que el día antes habían pedido a los diputados que se desmarcaran del acuerdo, el pacto valenciano del agua sale adelante con el apoyo de cuatro partidos (PSPV, que se ha desmarcado.

Entre las conclusiones del estudio figura que los cuatro partidos firmantes defienden llevar a cabo las actuaciones necesarias para la plena operatividad del trasvase Júcar-Vinalopó, pero con la única toma de la Marquesa y garantizar el funcionamiento del Tajo-Segura en las comarcas alicantinas dependientes de él, aunque también analizar alternativas a medio plazo. Otras conclusiones son evitar la extensión de regadío en las zonas en situación «de estrés hídrico o en riesgo».

El PP solo apoya sus propias conclusiones pero rechaza el dictamen. El portavoz del PP sobre Agua, José Císcar, asegura que su partido no quiere reabrir ninguna guerra del agua pero lamenta que no se tengan en cuenta las necesidades de una parte del territorio. En cambio, el diputado socialista David Cerdán lamentó que precisamente es la guerra del agua lo que busca el PP al apartarse del acuerdo de los otros partidos.

La diputada de Compromís Graciela Ferrer exigió al PP que deje de jugar con la vida de la gente para hacer demagogia del agua y defendió la necesidad de poner las bases para que el cambio climático no se convierta en una catástrofe en la Comunitat Valenciana, sino que sea una oportunidad. El portavoz de Podemos, Antonio Estañ, deploró la insistencia del PP con los trasvases aunque sabe que no se van a producir por los costes.