Mercedes Sanchordi quedará en la historia de las Corts como la primera diputada en España que votó en un pleno desde su casa. Era 2008 y estaba de baja por maternidad. En los libros no quedará su sonrisa tan difícil de borrar, detrás de la cual había una vida con muchas adversidades. Demasiadas. Las peores, las de la salud, en forma de enfermedades graves con las que convivió durante años y que fue superando. No le gustaba esa expresión tan habitual de luchar contra el cáncer, ese lenguaje bélico tan usual cuando se trata de algo tan humano como una enfermedad. Mercedes Sanchordi se fue ayer discretamente. Como llevó siempre su vida. Había nacido en Castelló hace 48 años (pronto hubiera hecho los 49) y deja un hijo de diez años.

Hace una semana envió un mensaje al grupo de amigos que era una despedida para la que no pedía respuesta. El médico le había pautado dejar los tratamientos ya y pasar a los fármacos paliativos. La información que quería oír.

Sanchordi fue diputada del PSPV en las Corts durante tres legislaturas. Entre el partido y el hemiciclo se pueden ubicar algunos de sus amigos más cercanos: José Camarasa, Cristina Moreno o Mª Antonia Armengol, por mencionar algunos. Cerró esa etapa en 2011, tras doce años de vida parlamentaria.

Antes había sido concejala en el Ayuntamiento de Burriana. Era abogada y, en función de esa especialización, fue reclutada por Ximo Puig para su equipo de asesores en 2015, tras el regreso al Palau de la Generalitat después de veinte años de gobiernos del PP.

Sin embargo, a principios de 2018 tenía que abandonar su puesto. La enfermedad le impedía continuar con el desarrollo normal de su trabajo. Antes del verano fue su última visita a los compañeros del Palau. Como siempre, sin dramatismos ni excesos. Con toda la humanidad.