Este tipo de tumores, que suponen cerca de dos de cada diez casos de cáncer de mama, son el principal ejemplo de lo que se consigue gracias a la investigación en medicina personalizada. Según reconoce la oncóloga del Hospital Clínico de València y vocal del Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama, Begoña Bermejo, hasta hace solo unos años tener un HER 2+ era «tener, quizá, el peor pronóstico».

Ahora, sin embargo, y gracias a los avances en el abordaje terapéutico, «si algún día podremos curar algún cáncer de mama será del tipo HER2 +», según Bermejo. La «vuelta al calcetín» en este subtipo de cáncer de mama se dio hace solo 13 años al encontrar la diana terapéutica de este tipo de tumor, la proteína sobreexpresada que ayudaba a crecer a este tipo de cáncer. Encontrado su talón de Aquiles se pudieron desarrollar fármacos específicos para bloquearlo. «Ha marcado la diferencia: según los estudios la incorporación al mercado de estos nuevos fármacos gracias a la investigación han reducido la recaída en HER2+ en un 52 % y el riesgo de muerte en más de un 30 %», explica la oncóloga. El descubrimiento de esta diana terapéutica fue «realmente un avance en medicina personalizada y el que mayor beneficio ha tenido para curar a más mujeres de cáncer de mama no solo a las de este subtipo».

Según un estudio de vida real con 2.000 pacientes en el que han participado varios centros de España, «ha habido un claro beneficio en la supervivencia y se ha comprobado que a mayor riesgo del tumor, mayor beneficio gracias a es