El nuevo plan de la conselleria para atajar las listas de espera de la sanidad pública ha tenido una acogida más bien fría entre los sindicatos: solo dos de las seis organizaciones (CC OO y UGT) han apoyado en mesa sectorial el documento final de la conselleria denostado, además, con duras críticas.

Ni los sindicatos profesionales de enfermería Satse ni el de médicos Cesm-CV (ni Csif o Intersindical) han rubricado un pacto que prevé pagar a los profesionales por cada operación o prueba realizada fuera de horario con la intención de rebajar la espera media que soportan los pacientes, de tres meses para operarse. Desde el colectivo de enfermería, aplauden el interés por poner soluciones pero rechazan la propuesta concreta de Sanidad porque, aseguran, supone solo un parche a un problema «estructural» y no coyuntural, tal como incidió ayer la secretaria general del sindicato M.ª Luz Gascó.

«No deja de ser un parche. Deberíamos de ir a la raíz del problema: más plantilla, más quirófanos... eso es lo que hay que analizar no volver a las peonadas», explicó Gascó. El modelo, además, no satisface al sindicato de enfermería porque entienden que aquellos que opten por cobrar más lo harán «a costa» del resto del personal del hospital, ya que los pacientes operados «de más» por las tardes necesitarán también de una atención en el área de despertar y en planta y ahí «no hay previsto tener más personal».

«El sindicato no puede apoyar con su firma un acuerdo que no contemple, de forma obligatoria, el refuerzo de profesionales de enfermería», explican desde Satse. El plan de autoconcierto presentado por la conselleria incluye una cláusula que, en principio, aminoraría este problema. Los responsables del área tienen potestad para decidir si se entra o no en las operaciones de autoconcierto dependiendo de si en el hospital hay suficientes «recursos», tanto de camas libres como de personal en planta. La salvaguarda parece no haber convencido a Satse que proponían que las supervisoras de planta intervinieran en hacer ese parte quirúrgico para estudiar si el servicio estaba o no en disposición de acoger más pacientes: «no puede ser lo mismo tener camas libres que estar en pleno proceso de gripe».

Compensaciones insuficientes

El «gancho» de conselleria para conseguir que los equipos quirúrgicos hagan más horas por las tardes en la pública son los incentivos económicos que lleva aparejada cada operación y cada prueba. Eso sí, solo los equipos que cumplan con su jornada laboral por las mañanas y que mantengan unos niveles «adecuados» de espera podrán aspirar a estos pluses, como los 142 euros por operación de cadera para cada facultativo. El dinero a cobrar será además casi el doble si el paciente que se opera viene de otro departamento y no del propio, una especie de «recompensa» por estar ayudando al sistema sanitario público.

Para el sindicato médico Cesm-CV, este pago «doble» debería ser la norma para compensar a los médicos y que el plan fuera realmente atractivo para «fidelizarlos» a la medicina pública. De hecho la cuestión de las compensaciones, que consideran exiguas, ha sido el motivo aducido por el sindicato para no respaldar el plan.