La llegada de la comúnmente conocida como «gota fría» a la Comunitat Valencia levantó una ola generalizada de preocupación en el sector agrario, que temía perder todos sus cultivos tras el paso del temporal por los mismos.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) expresó ayer sus temores más fundados en los casos de los cítricos, las hortalizas y la granada, pero especialmente en el arroz. La fuerte tormenta que asoló en la madrugada del viernes a la provincia de València afectó en mayor medida a l'Albufera.

Esta zona fue donde más se acumuló el agua, con 217 litro en tan solo nueve horas. Acaba de completarse la siega del arroz, por lo que la mayor parte de las parcelas tenían todavía la paja restante, «sin que haya sido retirada o quemada», aseguró AVA-ASAJA. Los agricultores advierten, por tanto, que la excesiva y prolongada humedad podría desatar un proceso de podredumbre de este residuo agrícola, que acabaría por contaminar las aguas y, como consecuencia, una elevada mortandad de peces en el lago.

En cuanto a los cítricos, muchas explotaciones (sobre todo las situadas en zonas bajas o junto a barrancos) se encuentran inundadas y, en función de la evolución de las lluvias, podrían padecer problemas de «asfixia radicular» pudiendo aparecer hongos perjudiciales para el cultivo. Sobre todo en el caso de las lechugas que, si se mantienen inundados los campos durante varios días, podría originar problemas y un claro deterioro comercial.

No obstante, Ramón Mampel presidente de la Unió de Llauradors asegura que este año la maduración de algunos cítricos se ha retrasado, por lo que la piel de estos frutos es más fuerte y resistente a la humedad. Un factor que evitaría que sufriesen problemas de hongos. Con todo, AVA-ASAJA asegura que, en líneas generales, el agua caída constituye una «bendición para la citricultura valenciana» puesto que contribuirá a aumentar los calibres y limpiar el arbolado, al tiempo que supondrá un ahorro de costes energéticos porque «evitará tener que hacer riegos al menos hasta el invierno». Para que esto ocurra, sin embargo, Mampel asegura que es necesario que en las próximas semanas no se den nuevos episodios de lluvia para que no haya una excesiva humedad en los cultivos.

«En general las lluvias de las últimas horas servirán para ahorrar riegos, recargar los acuíferos, limpiar los árboles ante posibles plagas y regenerar los pastos para alimentación de los animales», asegura Mampel. «De todas formas», añadió «hay que estar pendiente de las lluvias en el transcurso de los próximos días».

Según la organización agraria de AVA-ASAJA se mantendrá atenta a la evolución del temporal, ya que «hay sobrados motivos para no descartar que los efectos, si bien aún resultan más positivos que negativos, pueden acabar desembocando en graves pérdidas» para los agricultores valencianos.