La gota fría que ha recorrido en los últimos días la Comunitat Valenciana se ha caracterizado por dejar lluvias muy intensas en un espacio muy corto de tiempo. Vinaròs ha marcado el récord histórico al recoger en una hora 159,2 litros de agua y en Tavernes de la Valldigna cayeron el sábado 139,2 litros en sesenta minutos.

En la tromba de Mallorca de hace diez días que dejó 13 muertos ocurrió una situación similar con precipitaciones de 200 litros de agua en menos de dos horas. Los meteorólogos advierten de que este tipo de trombas «exprés» que dejan entre cien y doscientos litros en una hora es un fenómeno que va a aumentar por el cambio climático y el incremento de la temperatura del Mediterráneo. Los expertos insisten en la importancia de la planificación urbanística y en las alertas para proteger a la población.

Jorge Olcina, presidente de la Asociación Española de Geógrafos y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, explicó ayer que la gota fría de la semana pasada «ha sido un episodio importante», aunque diferente a otros que han dejado más cantidad de agua en 24 horas como el de 1987 en el que cayeron 817 litros en un día en Gandia.

Olcina incidió en que el tipo de lluvia en el Mediterráneo está variando por el cambio climático y el aumento de la temperatura del mar. «En la ciudad de Vinaròs cayeron cerca de 160 litros en una hora, que es un récord histórico. Este tipo lluvia confirma lo que está pasando. Las tormentas son cada vez más intensas y dejan mucha agua en menos tiempo. Ya no son de 800 litros como en 1987. Caen entre cien y doscientos litros en una hora. Ahora es muy importante planificar el territorio para hacer frente a este tipo de lluvias porque en el futuro serán más frecuentes debido al cambio climático», subrayó Olcina.

El catedrático alicantino, que forma parte de la comisión que estudia en el Congreso el cambio climático y las nuevas políticas sobre el agua, insistió en que el problema es el calentamiento ya que «un mar más cálido facilita la formación de nubes convectivas con más fuerza y las lluvias se concentran en un menor espacio de tiempo».

Este verano, la temperatura del mar Mediterráneo ha subido mucho más de lo normal. El agua ha superado los 26 grados centígrados y en las Islas Baleares se ha acercado hasta los 30 grados centígrados.

Félix Francés, miembro del grupo de investigación del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (Iiama) de la Politècnica, incidió en que ante estos fenómenos de lluvias torrenciales lo importante es la prevención. «La Comunitat Valenciana es pionera en España con el Patricova (el Plan de Acción Territorial de carácter sectorial del Riesgo de Inundación en la C. Valenciana) en la planificación urbanística», afirmó.

La Generalitat (unos proyectos en zonas inundables que ocupaban una extensión de un millón de metros cuadrados).

Salvar vidas con los avisos

El riesgo de que se forme otra gota fría persiste. Jorge Olcina confirmó que «se puede repetir» un fenómeno como el de la semana pasada antes de que acabe el año.

«No podemos bajar la guardia en noviembre y en diciembre», alertó el experto. El catedrático destacó la importancia de las predicciones meteorológicas. «Las previsiones de Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) han sido correctas y se avisó con tiempo a la población. Eso ha permitido salvar vidas», apuntó Olcina.