Cambiar el contenido de la Agencia Tributaria o solo el nombre. El conseller de Hacienda, Vicent Soler (PSPV), quiere un cuerpo valenciano de inspectores, no quiere solo una reforma nominal vacía. La secretaria autonómica, Clara Ferrando (Compromís), entiende que lo segundo vale si no hay otra solución, según las fuentes consultadas.

Y hasta ahora, la modificación profunda del Instituto Valenciano de Administración Tributaria (IVAT procedentes fundamentalmente de la Dirección General de Función Pública, en manos de Compromís y adscrita a la Conselleria de Justicia, que preside Gabriela Bravo (PSPV). Este órgano, según las citadas fuentes, dijo inicialmente no a la fórmula del decreto para tramitar la Agencia Tributaria Valenciana, el nuevo IVAT, porque entendía que había que modificar la ley de Función Pública.

Ante esta situación, la forma que Soler y su equipo buscaron fue la de introducir el cambio como una de las múltiples medidas que cada año incorpora la denominada ley de Acompañamiento de los Presupuestos. Como el plazo había vencido, lo hizo a través de alegaciones.

Pero, de nuevo, según la documentación pública y oficial, la dirección de Función Pública cierra esa puerta. Su criterio, preceptivo y vinculante, es que el momento procesal había pasado para un cambio que debería implicar una negociación colectiva.

Según explicaron ayer fuentes de Función Pública, la dirección general se mantiene al margen de las intenciones de Soler de transformar el IVAT. Ahora bien, alegan que cualquier modificación laboral que implique a un trabajador público requiere de la convocatoria de la mesa general de negociación donde están representados los sindicatos. Estas reuniones suelen producirse cada tres meses y, de tratarse de un tema urgente, el proceso podría acelerarse a una semana.

Hacienda hizo llegar el proyecto a Función Pública el 1 de octubre, con lo que no había margen para convocar la mesa general. Esto provocó que la dirección general emitiera el informe desfavorable a la modificación del IVAT.

El último paso de Soler ha sido encargar a la subsecretaria de la conselleria, Zulima Pérez, y al director general de Tributos, Eduard Roca, la posibilidad de introducir la Agencia Tributaria en la ley de Acompañamiento a través de enmiendas pactadas con los grupos parlamentarios.

Un asunto prioritario

De momento, aseguran fuentes socialistas, se han producido ya contactos con Podemos y en principio, hay buena disposición. Las fuentes remarcan que estas actuaciones dan cuenta de que el asunto es prioritario para el conseller. Paralelamente a esta modificación de fondo se gestionaría un decreto solo para el nuevo nombre del IVAT, según el plan diseñado.

La materialización de una agencia tributaria valenciana es uno de los objetivos del Govern del Botànic, dado que PSPV y Compromís la consideran necesaria. Las diferencias estarían en cómo llegar hasta esa meta.

Soler y su núcleo más cercano defienden que la reforma del IVAT ha de servir para reforzar este organismo tanto a nivel material como de personal. Además de crear un cuerpo valenciano de inspectores tributarios, la reforma debe permitir la creación de una escala inferior de técnicos de la que ahora adolece.

Para la coalición, ante la incertidumbre de la legalidad de los posibles cambios y la proximidad del fin de la legislatura, conviene dar ya pasos en el decreto para un nuevo IVAT y ya vendrán después otras acciones para dotarlo de contenido.