El presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, volvió a demostrar ayer que su sentido pragmático y realista de la política le impide creerse el discurso del vaciado de las corporaciones provinciales.

En una entrevista en el espacio «Halcones y palomas», de Levante TV, pidió «no engañar» en esta cuestión, porque las diputaciones están atadas en la Constitución y «no hay vía de vaciar».

Lo que sí defendió es que las competencias de Generalitat y corporaciones provinciales no han de solaparse. No debería haber funciones «impropias», dijo, en la diputación, como los museos, el Hospital General de València o el psiquiátrico de Bétera.

Para ir más allá, Gaspar recordó la propuesta del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de reformar la Constitución para que cada autonomía se organice territorialmente como considere. En todo caso, «hay muchas cosas que cambiar antes que las diputaciones», sentenció.

El alcalde de Faura se mostró solidario con su predecesor en la institución provincial, Jorge Rodríguez, dimitido tras su detención en la Operación Alquería. Gaspar defendió la presunción de inocencia y fue crítico con los partidos en general y también con el suyo, el PSPV, por las líneas rojas para apartar a investigados.

Argumentó que en un primer momento vio «un partido nervioso y desnortado», que no sabía qué hacer, y sostuvo que «la vida no es cuadriculada» y, por tanto, conviene adoptar soluciones «excepcionales» ante situaciones anómalas, en referencia al mantenimiento de la candidatura de Rodríguez a la alcaldía de Ontinyent por el PSPV. La política «no debe hablar a hooligans, sino a gente sensata», dijo.