Carmen Alborch Bataller (Castelló de Rugat, 1947) ha fallecido este miércoles en València a los setenta años tras una larga enfermedad. La exministra de Cultura permanecía sedada desde anoche en su domicilio de València rodeada de su familia.

Sus restos mortales han sido trasladados pasadas las 18 horas desde su domicilio hasta el Tanatorio Municipal. Según fuentes de la familia, el funeral se celebrará el jueves en la más estricta intimidad.

Las mismas fuentes han explicado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el president de la Generalitat, Ximo Puig, y el ex secretario de Organización del PSOE y exconseller de Cultura, Educación y Ciencia, Ciprià Ciscar, se han comunicado con la familia para expresar sus condolencias.

Estas fuentes han explicado que la familia de Carmen Alborch es consciente del cariño que muchas personas sentían por la exministra pero consideran que el momento para homenajearla debe ser otro y no en el funeral de mañana.

Su última aparición pública fue en el Nou d'Octubre, donde recibió la Alta Distinción de la Generalitat. Alborch, profesora jubilada de la Universitat de València, primera mujer decana de la Facultad de Derecho y exministra de Cultura, recibía la Alta Distinción de 2018 de Pedro Sanchez y Ximo Puig, momento que aprovechó para hacer una reivindicación encendida del feminismo. El Consell destacaba entonces la "impecable trayectoria" de Alborch, recordando que fue la primera decana de la Facultad de Derecho de la Universitat de València, que le otorgó su medalla en 2017, y la primera ministra valenciana de Cultura (1993-1996).

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Muere a los 70 años la exministra Carmen Alborch

Muere a los 70 años la exministra Carmen Alborch

Alborch, licenciada y doctora en Derecho, destacó como gestora pública por su actividad como directora general de Cultura y directora de los institutos culturales de la Generalitat Valenciana, del Institut Valencià d'Arts Escèniques, Cinematografia i Música y, posteriormente, del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) hasta su nombramiento como ministra de Cultura. Fue también portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de València, donde llegó a encabezar la lista electoral, así como diputada y senadora por València, ocupando la Presidencia de la Comisión de Control de RTVE y de la Comisión de los Derechos de la Mujer y de Igualdad de Oportunidades.

Su compromiso en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres fue lo que definió siempre su trayectoria. "El feminismo debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad", lanzó en el Palau de la Generalitat, hace menos de un mes. Alborch abogaba entonces por "construir y luchar por un mundo mejor", una meta, aseguró, por la que trabajaría "hasta el último suspiro". "Lucha" y "esperanza" eran sus palabras de aquel momento, que ahora más que nunca, cobran enorme fuerza.palabras de aquel momento, que ahora más que nunca, cobran enorme fuerza.

En su currículum figuran numerosas distinciones por su lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, como Premio de Mujeres Progresistas, Premio Meridiana de la Junta de Andalucía, Premio Rosa Manzano 2007 o Premio de Gabriela Sánchez Aranda 2009.

Fue socia de honor de la Asociación Clásicas y Modernas y de la Asociación de mujeres investigadoras y tecnólogas (AMIT). Además, recibió también el Premio Generando Arte 2015 concedido por la Asociación Generando Arte de mujeres artistas.

Le fue concedida la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, nombrada Officier Dans L'ordre Des Arts Et Des Lettres y de La Gran Cruz de Carlos III. Igualmente, fue patrona de honor del Teatro Real.

Como autora, además de diversas obras especializadas relacionadas con el Derecho Mercantil, es responsable de títulos como 'Solas, gozos y sombras de una manera de vivir' (1999); 'Malas, rivalidad y complicidad entre mujeres' (2002); 'Libres, ciudadanas del mundo' (2004), 'La ciudad y la vida' (2009) y 'Los placeres de la edad' (2014).

Castelló de Rugat decreta tres días de luto

El Ayuntamiento de Castelló de Rugat (Valencia), localidad natal de la exministra, ha decretado tres días de luto por la muerte de su hija predilecta.

Según la resolución de la alcaldía de Castelló de Rugat, la trayectoria personal, profesional y política de Alborch "ha hecho a todos los vecinos sentir orgullo de compartir con ella" su origen y "experiencias como pueblo".

La muerte de Alborch supone "un vacío tanto en la vida política como cultural" de la Comunitat Valenciana y de Castelló de Rugat.

El alcalde de Castelló de Rugat, Antonio Esquinas, ha manifestado que Alborch fue "todo un referente en el ámbito feminista y progresista".

Según afirma Esquinas en un comunicado del Ayuntamiento, "hace dos años que -Alborch- padecía un cáncer que hoy ha acabado con su vida, pero que no podrá borrar todo lo que ella ha supuesto".

"Siempre avanzada a su época, una mujer siempre en la vanguardia, feminista, siempre trabajó por compartir sus conocimientos, por hacer llegar a todas partes la cultura, de la que un día llegó a ser ministra", ha destacado Esquinas.