Vox aterrizó ayer en Valencia. Al grito de «viva España» y España una», más de un millar de personas recibió al líder de Vox, Santiago Abascal, en un restaurante de Alboraia después de que las escuelas San José rechazara ceder las instalaciones por la tensión política. La sala se quedó pequeña.

Con tantas banderas españolas como asistentes, numerosa seguridad y elevada media de edad, Abascal animó a los valencianos a seguir ofreciendo «nuevas glorias a España» y aseguró que solo Vox y el rey han defendido a España «del golpe separatista».

El freno a la inmigración, el separatismo, contra las leyes de violencia de género o la memoria histórica (culpó de la guerra civil al PSOE) fueron ejes de su discurso. Desde el estrado se lanzaron vivas a la Guardia Civil, la Policia nacional y la legión. Entre los asistentes estaba el expresidente de Coalición Valenciana, Juan García Sentandreu.

Antes, ante los medios, Abascal dio por seguro que presentarán candidatura autonómica y a la alcaldía de València aunque sin concretar los candidatos. Varios corresponsales extranjeros siguieron el acto. El líder de Vox aseguró que no le molesta que le sitúen en la extrema derecha y señaló que existe una «quinta columna del catalanismo en València que amenaza a quienes se sienten españoles».

El vicesecretario nacional, Pedro Fernández, llamó a los asistentes a no tener miedo de que les llamen fascistas, ultras o extremistas por pedir cárcel para los separatistas, cadena perpetua a los terroristas, rechazar el Islam radical o defender el control de las fronteras.

El presidente en València, José María Llanos, que tuvo un recuerdo para Carmen Alborch que fue aplaudido, aseguró que nadie «quitará a los valencianos el orgullo de ser españoles» y alertó contra los que quieren «vendernos a los supremacistas catalanes que cambian la historia con el apoyo de los comunistas de Podemos, los traidores de Compromís y PSPV y los blandos del PP y Ciudadanos», una de sus frases más aplaudidas.

Llanos denunció la «imposición» del valenciano, del que aseguró que no es catalán. «Más que a los padres hay que querer a la patria y por encima de ellos a Dios», dijo, antes de recordar a Rita Barberà «la mejor alcaldesa de València».