El presidente de las Corts Valencianes, Enric Morera, clausuró anoche la 47ª edición de los Premis Octubre con una contundente crítica a la situación judicial que viven los líderes del procés encarcelados o exiliados. «No hay derecho al encarnizamiento con los presos políticos en Cataluña. No hay derecho», enfatizó, antes de recibir un encendido y prolongado aplauso de los asistentes a la gala celebrada en el Palacio de la Exposición de València. Morera incluso envió un mensaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: «No se puede ser equidistante con la gran injusticia y la involución democrática que ha sufrido el Estado», defendió la segunda autoridad de la Comunitat Valenciana.

La gala de los veteranos galardones sirvió para homenajear y recordar a los políticos catalanes presos y exiliados ya que Edicions 3 i 4, organizadora del evento, concedió el Premi Octubre d´Actuació Civica a los dieciséis políticos catalanes encarcelados o exiliados que recogieron en su nombre familiares directos. Entre los asistentes al acto acudieron Montse Puigdemont, hermana del expresidente de la Generalitat; así como familiares directos del resto de parlamentaros catalanes: la cuñada de Oriol Junqueras, el hijo de Carme Forcadell, la mujer de Jordi Turull, la hermana de Jordi Cuixart, la esposa de Jordi Sánchez, la mujer de Raül Romeva, la esposa de Quim Forn, la hermana de Toni Comín, la hija de Lluís Puig, el hermano de Clara Ponsatí, el compañero de Meritxell Serrat y la esposa de Josep Rull. Los galardones que no pudieron ser recogidos por familiares directos fueron entregados a destacados protagonistas de la política catalana: a la consellera de Justicia, Esther Capella, se le entregó el premio de Marta Rovira; Guillem Agulló recogió el destinado a Anna Gabriel y a Lluís Llach se le entregó el galardón de Dolors Bassa.

El editor Eliseu Climent defendió la entrega de los premios por la «radicalidad democrática» que han demostrado los políticos catalanes y su lucha para expandir la imagen de libertad», además de considerar a Carles Puigdemont como «presidente legítimo de la Generalitat de Catalunya». Un parlamento que fue coreado por varios minutos de aplausos y gritos de «llibertat» que algunos de los representantes valencianos que acudieron al acto -los consellers Vicent Marzá y Vicent Soler- evitaron secundar. Aunque Marzá si ágradeció, en un parlamento conjunto junto a sus homólogas balear y catalana (Fanny Tur y Laura Borrás) la presencia de las familias de los «políticos encarcelados injustamente. Sólo hay que leer el informe de Amnistía Internacional para entenderlo». También intervino el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, quien agradeció la «valentía» del homenaje recibido, lamentó que los «presos políticos y exiliados estén así por defender la libertad de expresión». Y abogó por «restablecer relaciones mucho más potentes entre los países catalanes».