P ¿La solución al conflicto catalán es judicial o política?

R La solución tiene que ser política. El problema de Cataluña representa la crisis institucional más grave de toda la historia de la democracia y tiene dos planos: el judicial y el político. Pero las decisiones judiciales que se dicten no van a acabar con el problema político. Por ello necesitamos responsables políticos con capacidad de diálogo para poderse sentar y buscar una solución dentro de nuestro sistema constitucional.

P Usted como fiscal ¿acusaría por rebelión?

R Me resulta muy difícil ver un alzamiento violento en los hechos por los que van a ser juzgados los acusados por el referéndum catalán. Veo que es una figura de difícil encaje y comparto en esto la visión de un sector importantísimo de juristas, entre los que se encuentra el expresidente del Constitucional Pascual Sala. Todo dicho con el máximo respeto a la Fiscalía y al juez instructor de la causa.

P Doy por hecho que descarta cualquier injerencia del Gobierno en el criterio de la Fiscalía.

R No tengo ninguna duda porque la profesionalidad de la fiscal general y de los fiscales de sala está más que acreditada.

P ¿Qué piensa cuando escucha la propuesta del ERC de incluir la situación de sus compañeros presos en la negociación de los presupuestos generales?

R Que quien haga esas propuestas desconoce el sistema judicial de nuestro país. Jamás ningún juez y ningún fiscal va a entrar en una negociación política. La Justicia nunca va a ser una moneda de cambio. Y no se puede consentir que los que están fuera de nuestro sistema constitucional exijan encima actuaciones que también están fuera de la Constitución.

P ¿Tienen razón los jueces catalanes cuando dicen que se sienten desprotegidos?

R Entiendo la sensación de soledad que tanto jueces como fiscales están teniendo en esta situación en Cataluña. Creo que es comprensible. Tomar decisiones en ese clima de crispación, de presión, de polarización de la sociedad catalana es muy duro y eso hay que verlo. Desde ese contexto, es comprensible que reclamen apoyo. Y creo que el Gobierno debe liderarlo porque es fundamental en un clima contextual tan complejo que el Poder Judicial sienta que las instituciones democráticas están a su lado para poder hacer bien su trabajo al margen de cualquier tipo de presión social.