La diputada del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), Elena Bastidas, afirmó ayer que el Hospital de Alzira cumple el primer semestre de reversión «perdiendo todos los indicadores sanitarios que lo colocaban entre los 20 mejores centros de España desde el año 2001», por lo que aseguró que «ha pasado del reconocimiento nacional al ostracismo más absoluto» por cuestiones «ideológicas y no sanitarias».

Así, señaló que la gestión de la exconsellera Carmen Montón «ha devaluado la imagen de una instalación sanitaria que era referente nacional», una situación «que no se merecen sus profesionales».

«Ahora, con sus recortes, hasta la gerente de la Ribera reconoce que el hospital funciona peor, que las listas de espera se han disparado y que tiene una deuda de 30 millones de euros a proveedores desde la reversión», indicó Bastidas.

Además, tras la reversión (que tuvo efecto el pasado abril) la Fiscalía Anticorrupción ha abierto diligencias para investigar una denuncia por prevaricación y malversación de caudales públicos contra los nuevos responsables del hospital.