El cirujano valenciano Pedro Cavadas y su equipo han reconstruido parte del rostro y la mano izquierda con técnicas microquirúrgicas a un keniano de 52 años, Lonunuko Lekidenie, que fue asaltado por una hiena al intentar defender a una mujer a la que el animal estaba atacando y que finalmente murió.

El paciente tenía mala calidad de vida porque no podía comer, ni hablar bien ni tragar, y el aspecto le estigmatizaba «mucho» en su aldea.

El doctor, junto con Lonunuko, explicaba ayer las intervenciones a las que ha sido sometido en una rueda de prensa. El paciente se ha sometido a tres cirugías: la reconstrucción maxilar, de tercio medio de cara; de la nariz; y la reconstrucción microquirúrgica del pulgar de la mano izquierda, con las que le han «regalado» una «segunda oportunidad» y una «vida nueva», según resaltaba Cavadas, que ha hecho de traductor del paciente, que solo habla suajili.

El doctor explicaba que el «grueso» de la operación ya se ha realizado y que los «retoques cosméticos» que faltan - como en la nariz, mejorar la estética del pulgar o la posición del ojo izquierdo, que es protésico- los llevarán a cabo en «viajes progresivos» a Kenia (el primero en Fallas), donde tienen la «tecnología y medios» para realizar estas pequeñas operaciones.

Lonunuko fue atacado por una hiena en 2012, cuando escuchó los gritos de una mujer a la que intentó socorrer aunque el animal la acabó matando. El hiénido atacó al keniano, que intentó defenderse, pero el animal le arrancó los dedos de las manos y parte de la cara; y Lonunuko tuvo la «bendita suerte» de caer en un hueco al que la hiena no podía acceder.

Así, el paciente estuvo «malganándose» la vida, sin tener ninguna calidad ya que no podía comer, hablar o tragar, además de presentar un aspecto que le estigmatizaba «mucho». Cavadas destacaba que Lonunuko, al que la Fundación conoció hace dos años, es «valiente», por arriesgar su vida para intentar salvar a la mujer, y «sorprendentemente duro», por sobrevivir a un «ataque terrorífico» del que considera que es, «sin duda», el animal «más agresivo» que existe.