La localidad de Almàssera fue el escenario el pasado lunes de un nuevo intento de crimen machista. Un hombre de 60 años fue detenido momentos después de golpear con un martillo en la cabeza a su esposa, de 58 años, y dejarla malherida.

La víctima sobrevivió al ataque pese a la herida sangrante y el traumatismo que presentaba en el cráneo y fue evacuada todavía consciente al Hospital Clínico de València, donde permanece en observación. Por su parte, agentes de la Policía Local de Almàssera arrestaron al presunto agresor acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa.

La Guardia Civil investiga lo ocurrido para determinar si, como todo indica, el detenido tenía la clara intención de acabar con la vida de su mujer. El Juzgado de Instrucción número dos de Moncada, competente en materia de violencia contra la mujer, acordó ayer el ingreso en prisión provisional del presunto agresor machista. Los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de València lo explorarán en los próximos días para evaluar su salud mental y si era consciente o no de sus actos.

Cuando los policías llegaron a la vivienda, alertados por el centro de salud del municipio, el presunto autor de los martillazos estaba tan tranquilo, como si nada hubiera ocurrido. Él mismo reconoció a los agentes que le había propinado dos golpes en la cabeza a su mujer porque, según él, «estaba deprimido».

El oficial jefe de la Policía Local y un agente procedieron inmediatamente a su detención, sin que éste ofreciera resistencia alguna. Asimismo avisaron a la Guardia Civil para que se hiciera cargo de la investigación y recogiera en el lugar los vestigios de esta tentativa de homicidio así como el martillo utilizado.

El ataque machista se produjo en torno a las diez de la mañana del lunes cuando sin discusión previa el sexagenario propinó dos martillazos en la cabeza por la espalda a su mujer con la presunta intención de acabar con su vida. No constan denuncias previas por malos tratos en la pareja aunque con ello no se descarta que la mujer hubiera podido ser víctima previamente de violencia machista sin que esa situación hubiese trascendido.

Unas vecinas auxiliaron a la mujer y alertaron al centro de salud al ver la grave herida sangrante que tenía en la cabeza. Pese a los dos fuertes golpes, uno en la parte occipital y el otro a la altura de la nuca, la víctima no llegó a perder el conocimiento en ningún momento. Sanitarios del Soporte Vital Básico la atendieron en el ambulatorio y una ambulancia del SAMU la trasladó al Hospital Clínico de València, donde sigue en observación pero fuera de peligro.