Dos horas de trayecto (la ida desde el aeropuerto al Palacio de Congresos y la vuelta en sentido inverso) unieron ayer a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y al líder nacional, Pablo Casado, un tiempo que ambos aprovecharon para abordar asuntos claves para la estrategia del partido de cara a las autonómicas en un clima de total confianza, según fuentes del partido.

Casado se desplazó ayer a València para asistir al Congreso del Instituto de Empresa Familiar. Lo hizo coincidiendo con la polémica sobre las conversaciones grabadas por el excomisario Villarejo que revelan cómo la Policía Nacional advirtió a altos cargos del PP valenciano sobre las investigación en torno a Gürtel, aunque Casado esquivó a los medios.

Fuentes del PPCV destacaban que Bonig pudo explicar a Casado los ejes de su estrategia de oposición y su defensa cerrada de la libertad educativa o en contra del proceso catalanista, asuntos en los que, según las citadas fuentes, existe una sintonía absoluta con la dirección nacional.

La cuestión del cartel electoral de la ciudad de València centró parte de la conversación, sin cerrar el asunto. El PP no quiere abrir este melón hasta después de las andaluzas. La principal incógnita es si finalmente Casado sacrifica la carrera política del eurodiputado Esteban González Pons y le pide que asuma el reto de liderar la lista.

Bonig también ha recibido el aval de Casado para impulsar el nombramiento de alcaldables en los municipios valencianos. De hecho, ayer mismo la provincia de València puso el pie en el acelerador y aprobó un intenso calendario de trabajo para que todas la poblaciones de menos de 20.000 habitantes sean designados en el mes de diciembre.

Así lo manifestaba el nuevo presidente de la gestora del PP, Juan Ramón Adsuara, después de mantener una reunión con los miembros de la organización provincial en la que han abordado el trabajo desarrollado con anterioridad en los diferentes municipios.

Fuentes del partido indicaron que más del 80 % de los cabezas de cartel están ya resueltos y que apenas se esperan conflictos, si bien la lucha interna que en su momento se libró por el control de la provincia entre los partidarios del expresidente Vicente Betoret y la portavoz del PP en la diputación, Mari Carmen Contelles, sigue activa en algunos municipios.

La nueva gestora, renovada recientemente a instancias de la dirección nacional del PP, tiene asignada la competencia para validar las listas de los municipios de menos de 20.000 habitantes. Las grandes poblaciones dependen directamente el comité electoral regional.

En los últimos tiempos, la presidente el PPCV, Isabel Bonig, ha ido bendiciendo candidatos y candidatas en varios municipios, algunos claves como Alzira o Mislata. Las dudas se centran en poblaciones como Gandia, Torrent o Paterna, donde, por causas diversas, el cabeza de cartel todavía está en el aire.