La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio (CVOPVT) logra crecer en año electoral un 32,8% desde los 388,4 millones presupuestados en 2018 a los 516,8 previstos en las cuentas de 2019, año en el que el Consell del Botànic se juega su continuidad.

El incremento de las cuentas también resulta llamativo porque en los anteriores años de la legislatura, la conselleria inversora por excelencia se ha visto obligada a gestionar la precariedad por los problemas de financiación autonómica.

El incremento más espectacular lo experimenta el área de arquitectura, vivienda y proyectos urbanos que destinará 47 millones de euros de inversiones reales un 82,3% que en 2018, que se previeron 25,8 millones.

Un dinero que el departamento que dirige Maria José Salvador empleará en la adquisición de vivienda social (40 millones de euros), además de inyectar otros 6,4 millones de euros en la reforma de viviendas del parque público de la Generalitat en La Coma, València, Castelló y Alicante.

Sin embargo, el departamento de Infraestructuras Públicas, donde se incluyen las actuaciones en nuevas carreteras e infraestructuras ferroviarias sólo crece un 11,6% al pasar de 100,2 millones en 2018 a 111,8 millones en las previsiones para 2019.

La finalización de la línea de metro T-10 entre Hermanos Maristas y Natzaret será la estrella del presupuesto: Obras Públicas destinará 2,8 millones y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), que será la que licite las obras, aportará otros 24,1 millones de euros, según detallaron fuentes del departamento que dirige Maria José Salvador.

De hecho, FGV también duplica el capítulo de inversiones al pasar de 44 millones de inversiones reales en 2018 a 78,6 millones el próximo año. La modernización de la Línea 9 del TRAM de Alicante entre Benidorm y Dénia también vuelve a estar entre las prioridades de la empresa ferroviaria.

Entre las nuevas infraestructuras previstas para el próximo año, Obras Públicas también destaca «la ejecución de obras largamente reivindicadas como la ronda suroeste de Vila-real, el soterramiento de las vías del tren en Burjassot o la mejora de la seguridad vial en la carretera Elx-Santa Pola. Tres proyectos que ya aparecían en las cuentas de 2018.

Las vías ciclopeatonales vuelven a llevarse la parte del león en el apartado de «nuevas infraestructuras de carreteras) con los 2,3 millones previsto para el tramo norte del anillo verde metropolitano o los 1,6 millones para la nueva vía ciclo peatonal desde la CV-400 (el corredor comarcal de l´Horta Sud) hasta València.

Obras ya finalizadas como la CV-10 (4,8 millones), la carretera del aeropuerto a Castelló (4,3 millones) o la avenida de Dénia en Alicante (4 millones) siguen lastrando las cuentas públicas por obra y gracia del método alemán de pago aplazado.