La acusación de que los presupuestos son ficticios es ya un clásico de la política valenciana. La usó la izquierda en la oposición contra el PP en 2015 y la repiten los populares ahora contra el Botànic. El recurso a la vía judicial para tumbar las cuentas del Consell es también recurrente. La exploró Compromís sin éxito contra el Consell de Alberto Fabra y la plantea de nuevo el PP, cuya presidenta, Isabel Bonig, anunció ayer en las Corts que su partido planea recurrir a la vía contencioso-administrativa contra unos presupuestos «ficticios» que cargan con 2.600 millones que no son reales.

No hace aún cuatro años que la hoy vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, anunciaba que su partido iba a recurrir a la vía legal para «parar» unas cuentas «ilegales» que consignaban unos ingresos «cuadrados de forma falsa que no cuentan con los requisitos legales para presupuestarse». En aquella ocasión, Compromís planteó que lo que hacía el Consell de Fabra suponía prevaricación por «fraude de ley» al incluir los más de mil millones «ficticios», que hoy son reivindicativos. Pero aquella vía judicial contra las cuentas acabó archivada después de que el juez no apreciara indicio delictivo en el hecho de que el Consell incluyera en sus presupuestos los 1.325 millones a cuenta de la infrafinanciación, una vía que abrió el PP en su último año y que ha mantenido el Botànic. El juez lo dejó claro entonces. «Una cuestionable previsión de ingresos no encaja en un tipo delictivo». Oltra también lo veía claro en 2015: «Si es legal hoy, lo será también de aquí a un año», aseguró.

Pero ahora es Bonig la que quiere ir al juzgado. Ayer calificó de «mentirosas y falsas» las cuentas porque prevén recaudar 255 millones en concesiones sanitarias, que se cobren los 644 millones por la atención sanitaria a desplazados y los 500 millones de deuda por la atención a la dependencia, además de los 1.325 «ficticios».