Más de 30.000 piezas arqueológicas recuperadas -un tercio de ellas, 10.000, en un solo domicilio de València-, 180.000 euros intervenidos y 13 detenidos -cinco de los cuales ya están en prisión- es el balance de una operación desarrollada por agentes del grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO)contra una trama delictiva dirigida desde el «cap i casal» y que ha vendido a cientos de curiosos y coleccionistas en todo el mundo a través de portales de internet.

La investigación nació en noviembre de 2017, cuando la policía búlgara pidió auxilio a la UCO, tras detectar que buena parte de los objetos expoliados en sus yacimiento arqueológicos estaban siendo vendidos desde España, a través de internet, por un grupo de ciudadanos búlgaros.

En mayo de este año, los agentes de Patrimonio Histórico de la UCO ya habían averiguado que los presuntos dirigentes de la red operaban desde València bajo la pantalla de una empresa de transportes, ubicada en una nave de alquiler en Aldaia, y que el cabecilla estaba asentado en la capital del Túria. Los datos recabados fueron suficientes como que el juez de Instrucción número 1 de Torrent decidiese abrir unas diligencias para tratar de desmantelar la organización.

A partir de ese momento, y bajo el paraguas de Eurojust -el órgano judicial europeo que vela por la coordinación entre investigaciones judiciales en la Unión-, fue la UCO la que asumió el peso de la investigación, después del acuerdo alcanzado por el juez y el fiscal de Torrent en la reunión mantenida poco después en La Haya con el fiscal búlgaro que supervisaba la investigación en ese país.

Un paquete postal con 500 piezas

Una de las claves que han permitido desenmarañar esta red fue la interceptación, por parte de la Guardia Civil, de un paquete enviado desde València y con destino a una importante galería de arte de Londres que contenía la friolera de 500 piezas arqueológicas, todas ellas expoliadas en campos de Bulgaria.

Expertos consultados por los investigadores certificaron su autenticidad, lo que permitió acabar de despejar las incógnitas y sumar las evidencias necesarias para que el juez dictase las órdenes de entrada y registro en los domicilios de los sospechosos.

La operación se planeó para el 23 de octubre pasado, justo cuando el cabecilla acababa de regresar de su país. De manera simultánea, la Guardia Civil entró en cuatro domicilios de València, en la nave de Aldaia y en viviendas de Alicante, Murcia, Zaragoza y Segovia. ese día, también se desplegó la operación en Bulgaria.

De los 13 detenidos, 9 lo fueron en España y cuatro en el país balcánico. En València han sido arrestados tres hombres -el líder y dos de sus hombres de confianza; el cuarto residente en el «cap i casal» estaba en ese momento en su país, por lo que es uno de los detenidos en Bulgaria-, otro lo fue en Alicante, dos en Zaragoza -una de ellos, una joven, hija de uno de los implicados, que también manejaba parte de las cuentas desde las que se vendían los objetos-, y otros dos en Murcia y en Segovia.

Cinco de los investigados, entre ellos el cabecilla, han sido enviados a prisión por el juez de Torrent, que los acusa de delitos de organización criminal, contra el patrimonio histórico, contrabando, estafa, receptación y blanqueo de capitales, falsedad documental y alteración de precios de concursos y subastas, ya que pujaban en falso para picar a los internautas y conseguir que acabaran pagando más por las piezas.