Siete de cada diez conductores aseguran que dejarían el coche para sus desplazamientos dentro de las ciudades si mejorara el transporte público, según informa la OCU a partir del estudio realizado en el transporte colectivo de 21 grandes ciudades.

Asimismo, nueve de cada diez encuestados apuntan la conveniencia de reforzar el transporte público cuando la contaminación alcanza niveles altos en sus ciuadades.

No obstante, el estudio de la organización de defensa del consumidor indica que la mayoría de las ciudades "suspende" en cuanto a la puntualidad de su servicio público de transporte y en el grado de aglomeración que presenta.

Según indica, el vehículo privado sigue siendo el modo "favorito" para moverse en la ciudad por ser el "más rápido" frente a la "lentitud" de los medios públicos, "casi siempre provocada por la falta de frecuencia y puntualidad, fundamentalmente en el caso de los autobuses municipales".

De esta forma, la OCU considera que los ayuntamientos "no están sabiendo responder al creciente aumento del tráfico privado" en sus ciudades.

En opinión de la organización, un buen servicio de transporte público "no pasa sólo por cumplir los horarios establecidos, sino que también debe adaptarse y satisfacer el incremento de la demanda".

OCU presenta su informe sobre el transporte público urbano coincidiendo con el debate abierto sobre la gestión del tráfico en las grandes ciudades, sobre la conveniencia de realizar restricciones a determinados vehículos o determinadas zonas.

El metro es el modo de transporte que mejor nota obtiene en el análisis realizado por la organización, sobre todo en términos de puntualidad.

No obstante, "no logra tan buena valoración" en relación a la aglomeración, sobre todo en Madrid, Valencia y Sevilla, lo que "revela una insuficiente frecuencia de paso en horas punta".

La OCU se refiere también a los Cercanías de Barcelona y Madrid para indicar que mientras el servicio de la Ciudad Condal es "mejorable" el de la capital es "lamentable en prácticamente todas las líneas, tanto por masificación como por los frecuentes retrasos".

En cuanto a los autobuses urbanos, el estudio arroja "negativos resultados" en cuanto a los tiempos de espera en la mayoría de las ciudades, especialmente en doce de ellas. En el caso de Madrid, "estaría entre las peor calificadas" en caso de contar con intervalos de paso más amplios.

En este sentido, OCU denuncia la escasa ayuda que proporcionan las pantallas de información de las paradas de autobús, en el supuesto de que funcionen.

La impuntualidad deriva, según la OCU en mayor aglomeración de pasajeros, especialmente en ciudades como Mallorca, Valencia o Sevilla entre otras. Respecto a Madrid, dice que no son tan graves, pero porque el número de viajeros del servicio de autobuses lleva descendiendo desde 2017, "debido precisamente a la falta de puntualidad y frecuencia que sufre este medio de transporte en la capital".