La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha recomendado extremar las precauciones en el uso que se da al metamizol (comercializado como Nolotil, Algi-Mabo o Metalgia), después de estudiar los casos notificados de agranulocitosis, una enfermedad grave que puede ser incluso letal.

De esta forma la agencia pide que solo se dé en tratamientos cortos, con cuidado en personas de edad, tras un diagnóstico detallado y lo desaconseja totalmente en pacientes en los que se no sea posible realizar controles, como en los turistas.

La recomendación llega después de la alerta lanzada en la Marina Alta sobre las consecuencias que el uso de este medicamento estaba teniendo en la población de residentes británicos y del norte de Europa, al parecer más propensos a desarrollar este efecto adverso que baja de forma aguda los granulocitos en la sangre y que predispone a contraer infecciones. El metamizol, de hecho, está prohibido en Reino Unido.

La agencia estatal, pese a reconocer que gran parte de las notificaciones de efectos adversos por el metamizol eran «en pacientes de origen británico», no llega a establecer un nexo de causalidad entre los problemas detectados en el hospital de Dénia y el medicamento, ampliamente usado en España.

«Aunque se ha discutido desde hace años sobre una mayor susceptibilidad para la agranulocitosis en la población del norte de Europa y se han estudiado ciertos factores genéticos, con la información disponible no se puede ni descartar ni confirmar un mayor riesgo «en poblaciones con características étnicas específicas», reza el comunicado de la Aemps. Además, la agencia advierte de que el uso de este fármaco se ha disparado en los últimos años y de ahí que se detecten más reacciones adversas.

La traductora de Xàbia Cristina García del Campo fue la responsable de notificar a Farmacovigilancia la inusual acumulación de casos de sepsis entre residentes de la Marina Alta procedentes del norte de Europa que habían sido tratados con metamizol gracias a su trabajo.

García del Campo se mostró ayer satisfecha de la respuesta «contundente» de la Agencia de Medicamentos. «Ha tomado medidas. Ahora falta que los médicos y las farmacias cumplan las recomendaciones».

Explicó que fue el pasado 18 de noviembre cuando advirtió que «no era normal» que entre estos pacientes hubiera tantas muertes por sepsis. Ese día falleció un cliente suyo irlandés. Estaba en tratamiento por un tumor con buen pronóstico, pero sufrió una gangrena de Fournier (una infección grave) que no pudo superar. «Empecé a investigar los casos de muertes y de graves reacciones adversas y siempre había una cosa en común: los pacientes habían tomado metamizol, prohibido en el Reino Unido».

Tras dar la voz de alarma, los gestores del hospital de Dénia llegaron a lanzar una recomendación desaconsejando el uso del medicamento entre los residentes con origen británica o escandinavo, aunque esta fue desacreditada por la Conselleria de Sanidad al no haber notificación oficial de la Aemps.