David venció al gigante Golitat a base de técnica e ingenio, dos cualidades que les sobran a los siete chicos y tres chicas de la Universitat Politècnica de València (UPV) que han asombrado al mundo al arrasar ahora hace una semana en la mayor competición de biología sintética, el IGEM de Boston, donde se han dado cita unos 4.000 estudiantes de las mejores universidades del planeta.

El talento de los David de la UPV ha brillado por encima de Goliats universitarios del tamaño de Harvard, Yale, Oxford, Cambridge, el Imperial College de Londres o incluso el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que juega en casa, pues este concurso de ingeniería genética nació ahora hace 15 años como una competición de verano para los alumnos de este Olimpo de la ciencia.

La honda de los estudiantes de la Politècnica se llama Printeria, una máquina del tamaño de una caja de zapatos que funciona como una mini fábrica de crear bacterias modificadas genéticamente para un uso determinado. En ella han logrado automatizar todos los procesos de laboratorio con el fin de «democratizar» la biología sintética y acercarla a las aulas de Secundaria.

Y todo ello de forma sencilla y segura, pues han diseñado la máquina para trabajar con microorganismos de riesgo 1, que no se pueden reproducir y mueren fuera del tubo de ensayo. Esta impresora genética, de ahí su nombre, permite crear toda una paleta de colores mediante bacterias diseñadas a la carta para emplearlas en bioarte. Antes de viajar a Boston, el equipo de Printeria probó su impresora genética ante alumnos de Secundaria, que crearon arte pintando con bacterias de colores sobre placas Petri.

Los 10 estudiantes de Biotecnología, Ingeniería Biomédica, Ingeniería Informática, Ingeniería en Tecnologías Industriales, Ingeniería Eléctrica y Bellas Artes del equipo IGEM UPV son Roger Monfort, Adrián Requena, Carolina Ropero, Carlos Andreu, Tzvetelina Ilieva Anguelova, Marc Martínez, Héctor Izquierdo, Blanca Madorrán, Joan Casado y Alberto Coronado. Han contado con el apoyo de dos instructores, Yadira Boada y Alejandro Vignoni, ambos doctores en ingeniería electrónica por la UPV.

De Boston han vuelto como ganadores absolutos y con cinco premios especiales, y como explica Roger Monfort, el líder del grupo, «con la vida cambiada totalmente», pues ya planean, para cuando acaben la carrera, crear una empresa emergente con el fin de desarrollar nuevas aplicaciones de Printeria, como por ejemplo, imprimir bacterias que generen insulina.