El grupo Compromís en el Congreso ha atacado esta tarde a los socialistas, partido del que es socio en el Consell, y lamenta que la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), actualmente en marcha, haya sido, de nuevo, una ocasión para que el "trasnochado bipartidismo" haya impuesto sus peones en una maniobra dudosamente democrática consecuencia de su opacidad.

Compromís defiende la elección parlamentaria de los vocales del Consejo General de Poder Judicial mientras considera que la Constitución consagra un modelo jacobino de separación de poderes basado en la preeminencia del Poder Legislativo por su carácter de representante directo de la soberanía nacional y recuerda que la coalición ya propuso reformas para asegurar una elección basada en el más amplio consenso parlamentario, abierta a la mirada de la ciudadanía y que ni excluyese la opinión de las minorías ni se basara en puras cuotas partidistas.

Para ello defendió, recuerda, mecanismos como la exigencia de amplio quórum (4/5 o 3/4, de diputados y de grupos parlamentarios) para la validez de la elección, así como la aceptación de minorías de bloqueo ante una candidatura concreta cuando suscitase el rechazo de un número significativo de diputados o grupos parlamentarios.

Pero Compromís critica que nada de esto se ha hecho y en cambio PP y PSOE han negociado en oscuros despachos los nombres del nuevo Poder Judicial. Por ello, Compromís ni comparte la postura de Cs, que en su opinión consuma una deriva reaccionaria al empeñarse en volver al superado y antidemocrático sistema de elección corporativa ni la de Unidos Podemos, al parecer partícipe del juego a cambio de la migaja de un puesto regalado por el bipartito.

Igual crítica merece para Compromís la previsible designación del magistrado Marchena al frente del CGPJ, no tanto por su acusado perfil conservador sino por el hecho de que se anuncie que suscita el beneplácito de PP y PSOE, antes incluso de haberse procedido a la elección de quienes luego debieran nombrarlo, en demostración clara de la condición de meros figurantes decorativos que se quiere atribuir a los futuros vocales. A Compromís en cambio no le convence ni el proceso, ni Marchena ni el resto de nombres que se han hecho circular como posibles presidentes del Consejo, unos debido a su más que previsible servilismo hacia el partido que los propondría y otros a causa de su hostilidad manifiesta al reconocimiento del Derecho Civil Valenciano como herramienta de desarrollo estatutario.

Compromís considera que se da la enésima reedición de los fraudulentos modos y maneras del viejo régimen bipartito, en los que la coalición, en su condición de representante de la nueva política asegura que no piensa participar.