Un asalto al chalé de un empresario del mundo de la noche en l'Eliana, donde los ladrones se apoderaron de un botín de unos 20.000 euros tras amenazar y retener al sobrino del propietario y a la mujer de la limpieza, dio pie al inicio de las investigaciones.

Y precisamente el intento frustrado de secuestro de otro conocido empresario, cuya identidad no revela este periódico para mantener el anonimato de la víctima, precipitó las detenciones y puso punto final a las andaduras de esta banda organizada especializada en hacer seguimientos de sus víctimas mediante sistemas de localización GPS, y que fue desmantelada la semana pasada por la Guardia Civil, como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV.

La llamada «Operación Wagen» se ha saldado finalmente con la detención de catorce personas, nueve hombres y cuatro mujeres, de edades comprendidas entre los 20 y los 47 años y nacionalidades española y rumana. En las investigaciones, que se iniciaron el pasado mes de julio, han participado agentes del Grupo de Patrimonio de la Comandancia de València, el Equipo de Policía Judicial de Riba-roja y el Área de Investigación de la Pobla de Vallbona.

Se han realizado once registros domiciliarios en los municipios de Llíria, l´Eliana, la Pobla de Vallbona y Polinyà de Xúquer, así como en una vivienda de la localidad navarresa de Idoi. En los mismos participaron también como apoyo agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic).

Este grupo criminal, que no dudaba en hacer uso de la violencia para amedrentar a sus víctimas, portando armas de fuego y armas blancas y llegando a agredir a los moradores en alguno de los asaltos, había ido incrementado la gravedad de sus golpes y durante las dos últimas semanas habían planeado el secuestro de un conocido empresario valenciano.

De hecho, los sospechosos habían colocado una baliza de seguimiento, sujeta con bridas, en la parte interior de una de las ruedas del vehículo de su víctima para saber dónde se encontraba en cada momento e incluso tenían ya listo el lugar donde lo iban a ocultar para pedir un rescate a su familia.

El empresario desconocía que estaba siendo vigilado y controlado mediante GPS, así como que la semana pasada dicha organización criminal iba a tratar de secuestrarlo en el garaje de su domicilio.

Los investigadores pudieron averiguar el lugar al que iba a ser llevada la víctima y el vehículo en el que iban a transportarla, lo que precipitó la detenciones para «preservar la integridad física del empresario», como así indicaron fuentes del Instituto Armado.

Un cerrajero profesional

El coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, Amador Sánchez Escalada, y el subdelegado del Gobierno, José Roberto González Cachorro, dieron a conocer ayer algunos de los detalles de la operación y destacaron «el alto grado de especialización técnica» de dicho grupo criminal.

De hecho, contaban «con un cerrajero profesional para minimizar el tiempo de acceso a las viviendas» y para abrir las cajas fuertes sin dificultad.

En los once registros domiciliarios los agentes han intervenido uno de los dispositivos de seguimiento GPS, dos pistolas detonadoras, una carabina, una pistola eléctrica rudimentaria, una estrella Ninja, numerosas armas blancas y máscaras de 'Anonymous' y pasamontañas con los que ocultaban su rostro en los asaltos.

Asimismo, se han incautado de siete kilos de marihuana, 12.000 euros en efectivo, así como joyas y piedras preciosas, teléfonos móviles, tablets, ordenadores y otros efectos presuntamente procedentes de los robos.

Once de los arrestados pasaron a disposición judicial el pasado viernes. El juzgado de guardia de Llíria acordó el ingreso en prisión de siete de ellos, tal y como informó ayer este periódico. Se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, varios robos con violencia, robo con fuerza en casa habitada, secuestro en grado de tentativa, tráfico de drogas, apropiación indebida, receptación y fraude de fluido eléctrico.