El Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha un Plan Estratégico de Terapias Avanzadas con el que incluir en la cartera pública sanitaria un nuevo tratamiento inmunológico para tratar la leucemia.

Una enfermedad que afecta cada año a entre 60 y 100 personas por millón de habitantes y que hoy Sanidad presenta a la C. Valenciana en el Consejo Interritorial la posibilidad de incluir esta terapia genética en sus hospitales.

Este nuevo tratamiento está destinada en gran parte a niños y niñas que, a pesar de haber luchado contra la enfermedad usando los tratamientos tradicionales han recaído en dos o más ocasiones. También está destinado para tratar la leucemia linfoblástica aguda de células B refractaria en recaída después de un transplante o en el linfoma B difuso de célula grande en recaída tras dos o más líneas de tratamiento sistémico en pacientes adultos.

Se trata de una inmunoterapia avanzada relativa a los medicamentos CAR-T. Aprobado por la Agencia Europea del Medicamento, este es un tipo de tratamiento en el que se extraen las células T (linfocitos) de la sangre del enfermo para modificarlas posteriormente en el laboratorio para que ataquen y destruyan las células cancerosas.

Las células son modificadas genéticamente para producir el llamado receptor de antígeno quimérico (CAR). Una vez son modificadas genéticamente se pueden administrar como un medicamento personalizado para combatir las células tumorales y acabar de una manera relativamente efectiva con la leucemia.

«Una terapia interesante, eficaz, pero no mágica», asegura el jefe técnico de oncología en el Hospital La Fe. Supone un «gran avance terapeutico», reconoce Sanz, pues «funciona aún cuando la enfermedad está muy avanzada». De hecho, Sanz asegura que hay un porcentaje de efectividad de más del 60 % de los casos muy avanzados.

Este tratamiento se utiliza «como rescate cuando las primeras líneas de actuación han fallado», explica Sanz. Cuando hay una «evidencia científica de que es mejor que el tratamiento convencional», recalca.

El antígeno más común y que se está utilizando en esta terapia CAR-T es, según explica Sanz, el CD19. Por lo que se está dejando «una barbaridad» de tipos de leucemia sin tratar en esta terapia. «Se logrará una eliminación mayoritaria, pero si el paciente presenta un mínimo de otras mutaciones en la sangre, se puede llegar a producir una recaída del enfermo con células CD19 negativas». Un hecho aislado que no superaría el 5 % de los casos.

«Acceso equitativo y eficiente»

Su tratamiento es caro, ronda los 350.000 euros. Pero que ya se haya demostrado su efectividad en países como EE. UU. ha dado alas al Ministerio para incluir en el Plan Estratégico de Sanidad un modelo asistencial que permita el «acceso equitativo, seguro, eficiente y planificado» de los pacientes del Sistema Nacional de Salud a los medicamentos CAR-T.

Este plan se presenta hoy ante las distintas autonomías en el Consejo Interritorial para que sean ellas las que designen los centros de referencia en los que se utilizarán estos medicamentos.

En ellos se dispondrá de una unidad multidisciplinar para el abordaje integral de la utilización del medicamento y de la atención clínica al paciente. Aunque, según fuentes del Ministerio de Sanidad, los pacientes «no están exentos de riesgo» al exponerse a esta terapia «innovadora» que lleva dos años demostrando su efectivad.