El «Grupo cuatripartido» de Fiscales especializados en la lucha antiterrorista de Bélgica, España, Francia y Marruecos, reunido durante tres días en València, acordó ayer centrar sus esfuerzos en «el uso del ciberespacio como medio de comisión de delitos relacionados con el terrorismo, así como su potencial propagandístico e impacto nacional e internacional», además de seguir de cerca el «fenómeno de la radicalización que se produce en las cárceles y centros de detención», según explicó en rueda de prensa el Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso Cristóbal.

Junto a Alonso comparecieron Frederic Van Leeuw, Procurador Federal de Bélgica; Nicolas Le Bris, Fiscal de la Fiscalía Antiterrorista de París y Moulay El Hassan Daki, Fiscal General del Rey ante el Tribunal de Apelación de Rabat.

Este grupo de trabajo internacional creado en 2014 y que se reúne anualmente para poner en común los esfuerzos en la lucha antiterrorista considera que «la gravedad del fenómeno terrorista y su expansión, hace necesario más que nunca una respuesta global frente al mismo, máxime teniendo en cuenta que nos encontramos en un punto de inflexión a consecuencia de las derrotas militares que el ISIS-Daesh está sufriendo en Siria e Irak, donde hasta ahora tenía su base principal de actuaciones y constituía un pseudo-estado, y siendo la mayor preocupación y riesgo actual la aparición y/o formación de celúlas endógenas».

Es una de las constataciones a las que han llegado los responsables de la lucha antiterrorista judicial durante su encuentro en València. «Hay un aumento del desarrollo de un terrorismo endógeno», señalan las cuatro fiscalías, además del «aumento de la relación entre el crimen organizado transnacional y el fenómeno terrorista».