Alrededor de las 4 de la madrugada empezaban a saltar las alarmas. En Tavernes de la Valldigna no llovía, pero sí lo estaba haciendo, con intensidad y desde hacía horas, en Benifairó de la Valldigna, Simat y Barx. Solo en esta última localidad se han recogido 535 litros por metro cuadrado desde el pasado miércoles. En Benifairó se recogió un acumulado de 110 en solo una noche.

Bajo esta situación, finalmente ocurrió lo que se temía: El río Vaca a su paso por Tavernes empezó a desbordarse sobre las cinco de la madrugada. Lo hizo inicialmente por la zona este del paseo Colón, donde hay un grupo de viviendas adosadas. A esas horas muchos dormían, por eso, una patrulla de la Policía Local empezó a emitir un aviso para que los propietarios de las viviendas tomaran todas las precauciones. Y es que, cuando la gran mayoría se fueron a la cama nada hacía presagiar que el Vaca llegaría al casco urbano. Y eso que alrededor de las 22 horas del jueves, el 112 llegó a emitir un aviso alertando de que el caudal estaba a punto de desbordarse y llamó a los vecinos a tomar precauciones como trasladar los coches a la parte norte de la localidad. Por entonces llovía de forma copiosa en el municipio. Antes de la medianoche la situación era mucho menos alarmante porque el río había bajado alrededor de 40 centímetros.

Pero lejos de amainar, la lluvia siguió descargando de forma intensa en Benifairó y el Vaca también acabó inundando la zona del Vergeret. Se trata de una urbanización que ha sido declarada ilegal por el Supremo por estar construida, precisamente, a escasos metros del río. Esta misma semana Levante-EMV publicaba que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), cuando aún estaba en manos del PP, remitió un requerimiento de ejecución forzosa de la resolución judicial, con lo que pedía al ayuntamiento que derribara los edificios.

A diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, la afección a garajes y bajos fue mínima en esta ocasión porque paró de llover en el momento adecuado. A primeras horas de la mañana, la situación estaba mucho más calmada y el Vaca volvía a su caudal.

El río no solo anegó el casco urbano. Muchos campos de cítricos se vieron totalmente afectados, así como caminos rurales y carreteras. La CV-50 que une Tavernes con Alzira estaba cortada, así como muchos viales. Pese a ello, hubo quien hizo caso omiso a las recomendaciones de los servicios de emergencia y no dudaron en acceder en coche. Así fue como los bomberos y la Policía Local de Tavernes se vieron obligados a rescatar a cinco personas. Dos de ellas eran una pareja cuyo coche se paró cuando trataban de cruzar el camino Campana. Los primeros en llegar fueron los agentes de la Policía Local, que comprobaron que había gran dificultad para acceder a la pareja porque habían caído sobre el asfalto partes del muro del margen del río, por lo que llamaron a los bomberos. Las otras personas rescatadas fueron un matrimonio mayor y un niño, que se dirigían en coche a comprobar el estado de su tierra. La policía también tuvo que avisar a la grúa para que rescatara a una furgoneta que se había quedado tirada en medio de un vial que transcurre junto a la carretera de la playa y que estaba completamente anegado

En Benifairó de la Valldigna tampoco tuvieron una noche precisamente tranquila. La tromba pilló a los vecinos durmiendo. Sobre las 2 de la madrugada, sin embargo, muchos estaban asomados a la puerta o achicando el agua que había entrado en sus bajos. La calles se convirtieron en ríos.

Como consecuencia de las lluvias tanto Tavernes como Benifairó suspendieron sus clases durante el día de ayer, así como todas las actividades deportivas.

Además de los casi 600 litros en Barx, otros municipios que también han acumulado grandes cantidades de agua durante estos días han sido Benifairó, con 322, Tavernes de la Valldigna, con 232 en la zona centro y 171 en la urbanización Sequers, al este.

Por otra parte, un total de 12 personas tuvieron que ser acogidas por los servicios de emergencia de Cáritas Gandia. 10 de estas personas pernoctaron en el Centro de Atención Integral destinado a personas sin hogar, mientras que otras dos fueron derivadas a una pensión de la ciudad. Estas cifras se suman a los 14 residentes permanentes del CAI. El temporal que ha azotado estos días la comarca se ha desplazado de sur a norte para pasar a la Ribera, donde inundó municipios enteros. En Palma, Ador, Ròtova o Gandia, la situación ayer era de tranquilidad.