Hace un par de semanas, Kimberly (nombre falso para preservar la seguridad de la afectada) acudió junto a su pareja Manuel Atanet a la oficina de Correos de Alaquàs para enviar un paquete a Honduras. Compraron la caja y la llenaron de ropa y juguetes para los cuatro hijos que Kimberly dejó en su tierra tras verse obligada a migrar a España hace menos de dos meses tras ser acosada sexualmente en su trabajo y sufrir amenazas de muerte, tanto ella como sus hijos, «si no mantenía sexo con ellos».

Sin embargo, dos semanas después, cuando llegaron a la oficina con el paquete en las manos repleto de regalos para los hijos que Kimberly llevaba sin ver tantas semanas, la negativa a llevar a cabo el envío le heló la sangre. «Yo ya me imaginaba la carita de mis hijos cuando abriesen el paquete... Estaban muy ilusionados con su ropita nueva y con las muñecas y los otros juguetes», lamenta Kimberly.

«Es un problema», reitera, «porque aquí somos muchos hondureños que queremos mandarles regalos a los hijos que siguen en Honduras... La mayoría iniciamos el viaje migratorio solos, con la idea de enviar remesas y víveres a nuestros hijos para poder sostener su vida», reconoce.

Y es que esta negativa de Correos a efectuar el envío de paquetes (e incluso cartas) a Honduras se ha generalizado en toda España.

Correos detectó un problema hace un par de semanas en el envío de cartas y paquetes por problemas en la capacidad de carga de los aviones y las conexiones aéreas hacia Honduras. Y es que para llegar al país centroamericano, las aerolíneas efectúan primero una escala en Miami (y otros países norteamericanos) con un avión de grandes dimensiones.

Sin embargo, en el vuelo de Miami a Honduras se reduce la capacidad logística al cambiar los aviones por unos de menor tamaño. A ello, se suma el aluvión de paquetes enviados en esta época del año (la mayoría son regalos para Navidad). Según explican fuentes de Correos a Levante-EMV, eso provocó una especie de cuello de botella en este punto, por lo que las compañías aéreas frenaron el transporte de la mercancías.

Como consecuencia, Correos decidió suspender temporalmente la admisión en España de envíos con destino al país centroamericano hasta encontrar alternativas de transporte. Un problema que preveen subsanar antes del 15 de diciembre, según informaron fuentes de Correos.

Pero «si hasta entonces no nos permiten enviar nada, los regalos de Navidad que estamos preparando en España con tanto esfuerzo para dar a nuestros hijos no llegarán a tiempo a Honduras», lamenta Kimberly, que ha conseguido un empleo en España cuidando a una señora mayor, por el que recibe 500 euros al mes

Además, teniendo en cuenta que se limitó el envío a principios de noviembre y que, previsiblemente, no será hasta mediados de diciembre cuando se retome la normalidad en el servicio de envío de paquetería, las familias hondureñas afincadas en España no podrán enviar víveres a los seres queridos que dejaron en su país durante al menos un mes y medio.

Asimismo, tanto Kimberly como Manuel lamentan que, cuando les negaron el envío, no les explicasen el por qué de esta decisión que les afectaba de lleno. «Ya pensábamos que se trataba de un veto de Donald Trump para evitar que los víveres llegasen a la población hondureña», reconoce Manuel.