El 81% de las mujeres víctimas de la violencia de género se encuentra desempleada, con un 65% que no tiene ningún trabajo, mientras que un 16% admite desempeñar algún tipo de ocupación pero sin contrato, en condiciones de absoluta desprotección. Según Begoña Bravo, consultora de la Fundación Adecco, «en muchas ocasiones, es la propia violencia de género la que aleja a las víctimas del mundo laboral, debido al bloqueo de acceso al empleo que ejerce el agresor, conduciéndolas a una espiral de aislamiento que deriva en mayores cotas de desempleo y en grandes dificultades para buscarlo. Asimismo, el hecho de no ser independientes económicamente puede ocasionar que la violencia de género se perpetúe en el tiempo».

El 71% de las víctimas señala esta situación de desempleo y/o precariedad como frenos principales a la hora de denunciar su situación. Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, «el desempleo y los trabajos realizados en la economía sumergida conducen a más de 8 de cada 10 mujeres víctimas a la exclusión social y a la pobreza, propiciando que su situación se perpetúe». «El empleo se alza como el recurso clave para hacer frente a la violencia de género, al constituir el único elemento que empodera transversalmente a las mujeres, incrementando su autonomía, independencia y autoestima», recuerda Mesonero.

Las denuncias alcanzaron su máximo histórico el pasado año en la Comunitat (22.727) y han crecido un 27,5% en el último lustro. «Esta progresión podría considerarse positiva, en la medida en que cada vez afloran más casos de violencia, pero al mismo tiempo visibiliza el gran peso que sigue teniendo esta lacra», según Mesonero, para quien empresas y poderes públicos tienen «la gran responsabilidad de dar respuesta a la cada vez mayor masa de mujeres que piden ayuda, a través de políticas activas de empleo y de no discriminación que garanticen un acceso continuado y sostenible al mercado laboral». La Comunitat es la tercera autonomía que registra un mayor número de denuncias (un 13% de ellas), sólo por detrás de Andalucía y Madrid.