La comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, se mostró ayer optimista sobre la entrada del eje Sagunt-Teruel-Zaragoza como red prioritaria en las redes transeuropeas de transportes (RTE-T), como «antena» que conectará el corredor ferroviario mediterráneo con el cantábrico. La hora de la verdad será el próximo jueves, cuando en la comisión de Transportes del Parlamento Europeo se voten las 1.200 enmiendas presentadas al nuevo reglamento conocido como «Mecanismo conectar Europa» (CEF, siglas en inglés de «Connecting Europe Facility»), que marcará las prioridades inversoras de las redes transeuropeas desde 2021 hasta 2027 y dotado con 30.000 millones de euros.

Por eso la Generalitat echó ayer toda la carne en el asador para que la Unión Europea admita como ramales prioritarios la conexión ferroviaria Sagunt-Teruel-Zaragoza y el eje València-Madrid (por Albacete y Alcázar de San Juan). Una comitiva encabezada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que se sumó a la delegación aragonesa, mantuvo un encuentro con la comisaria de Transportes, Violeta Bulc, y los dos eurodiputados ponentes del mecanismo CEF, Pavel Telicka y Marian-Jean Marinescu.

Bulc recordó, en un breve parlamento ante los europarlamentarios españoles (Inés Ayala, Inmaculada Rodríguez-Piñero, Carlina Punset, José Blanco, Jordi Sebastià) y las delegaciones valencianas y aragonesas, que «en la Unión Europea (UE) la prioridad es conectar bien los puertos, porque si no, no se puede funcionar. Y ha de ser una conexión sin contaminar, porque han de estar bien conectados por ferrocarril para dejar de usar la carretera». Un comentario que supone un punto a favor de las expectativas del corredor cantábrico-mediterráneo en las previsiones europeas, pues permitiría la conexión ferroviaria del Puerto de València.

En su intervención ante los eurodiputados y representantes del Parlamento Europeo, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, defendió que la no inclusión del tramo Zaragoza-Sagunt en las redes transeuropeas de transportes y en la financiación prioritaria a través del CEF «ha despertado una intensa reacción institucional y social, como fue la manifestación del 7 de octubre en València, con la asistencia de 50.000 personas». Una reacción que viene a reivindicar, defendió Puig, que «las infraestructuras pueden modificar el peso de la geografía y también el devenir de la historia».

Y añade que si el eje cantábrico-mediterráneo fuera «un país sería el decimotercero en importancia de la Unión Europea por producto interior bruto (PIB) y población, superando a dieciséis de los países miembros de la Unión Europea». Al conectar el Cantábrico y el Mediterráneo (un sueño que se persigue desde el siglo pasado) y modernizar y adecuar el Zaragoza-Sagunt «los trenes irán por un trazado mucho más corto, usarán energías más limpias, serán más eficientes y circularán con mayor seguridad». Además, recordó el jefe del Consell, «esta conexión se integrará en las plataformas multimodales de los puertos de la Comunitat Valenciana y, muy especialmente, en el de València que, vale la pena subrayarlo, forma parte de los cuatro primeros puertos de Europa, por su tráfico de contenedores».

Aunque el eje acoge mucho más valor añadido, que el presidente de la Generalitat, junto a su homólogo aragonés, Javier Lambán, se encargaron de recordar ante los representantes europeos. «En Zaragoza y València existen dos empresas del automóvil que, conjuntamente, exportan vehículos por valor de cerca de 10.000 millones de euros anuales». A juicio del jefe del Consell, la inclusión del corredor cantábrico-mediterráneo como prioritario en las RTE-T supondría «un valor añadido a las políticas europeas, potenciando las sinergías con las políticas de cohesión, regional y agraria y contra el cambio climático, además de fortalecer la política comercial europea».

Al acto también asistieron el comisionado del corredor mediterráneo, Josep Vicent Boira; el presidente de la CEV, Salvador Navarro, y los representantes sindicales Ismael Sáez (UGT) y Arturo León (CC OO). Navarro lamentó que «las deficiencias en la vía Sagunt-Teruel-Zaragoza siguen lastrando la competitividad y potencial de las relaciones comerciales entre la C. Valenciana, Aragón y el resto del valle del Ebro y la cornisa cantábrica, nuestra capacidad de crecimiento.