Roberto Espinosa es un joven estadounidense que dejó atrás su país hace unos meses para trabajar como auxiliar de conversación en inglés en un centro público de enseñanza primaria en València. Es uno de los 633 jóvenes que se han adherido al programa llevado a cabo por la Conselleria de Educación, junto al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que pretende favorecer el aprendizaje de idiomas extranjeros y el conocimiento de contenidos curriculares vehiculados a estas lenguas por parte de los alumnos.

Para ello, la conselleria destinará 7.984.000 euros. De esta manera, cada auxiliar recibe mil euros mensuales desde el 1 de octubre de 2018 hasta el 31 de mayo de 2019 en concepto de manutención y alojamiento. Además, la institución se compromete a subscribir pólizas de seguro para la cobertura sanitaria y de repatriación de los beneficiarios.

Sin embargo, Espinosa denuncia que todavía no han recibido ninguna retribución ni respuesta por parte de la conselleria ni del director del programa de Auxiliares de Conversación de la Comunitat Valenciana. Por ello, los afectados denuncian que “mañana nos reuniremos con los sindicatos y, si no obtenemos la nómina, veremos qué hacemos, ya que nos planteamos ir a huelga la próxima semana”. Los auxiliares trabajan 16 horas a la semana con un contrato de becario. “Se debería pagar al principio de cada mes y el primer pago se puede demorar de dos a tres semanas, pero no nos ha llegado todavía”, denuncia Espinosa.

Este auxiliar reclama que la conselleria les ha explicado que “si pasa esto, los centros se deberían hacer cargo de este pago”. Sin embargo, se opone a esta medida, puesto que “solo me pueden dar 200 euros y este dinero debe ir destinado a los niños del centro”. Por ello, se han puesto en contacto con el director del programa a través de varios escritos a los que ha tenido acceso el diario Levante-EMV para señalarle que “varios auxiliares estamos preparados de nuevo para denunciar a la conselleria”. Además, ha contactado con el ministerio de Educación, que les ha apoyado destacando que “se trata de una situación seria que necesita una solución rápida y eficaz”.

Espinosa lleva tres meses alojado en una habitación de València, cuya estancia le cuesta 300 euros más los gastos que supone la estancia. “Necesito el dinero porque tengo una deuda de 2.500 dólares durante el último mes y medio debido al alquiler, la comida, el bono del metro...”, señala. Por ello, la mayoría de auxiliares viven con miedo, ya que “muchos no entienden el idioma y se encuentran abandonados por la conselleria, que se está aprovechando de nosotros”.

La conselleria dice que no hay retrasos, al ser becados

La Conselleria de Educación ha explicado a este periódico que “no se ha producido ninguna demora en el pago, ya que se trata de estudiantes, no de docentes”. De esta manera, ellos son los encargados de aprender las dinámicas pedagógicas y educativas de los centros y practicar la oralidad del inglés con los alumnos. “Cuando un estudiante extranjero accede a ser auxiliar de conversación, no cobra una nómina, sino que se benefician de la beca”, explican.

Desde educación afirman que “estas personas saben que cobran una beca y que, por eso mismo, como en la tramitación de todas las becas, el primer pago no es posible que se corresponda al primer mes”. Por ello, la conselleria tiene hasta un plazo de dos meses para realizar el ingreso. Sin embargo, destacan que “los primeros mil euros que todavía no han recibido llegarán en breve, dentro de los tiempos establecidos”.

Espinosa reclama que esta situación se repite todos los años, “no importa el partido que esté en el gobierno, ya que les damos igual los becarios y estamos sufriendo”. Actualmente, este auxiliar sobrevive con diez euros a la semana, que ha ahorrado durante los últimos años. Ante esta situación, destaca que “si tenemos que reclamar ante la justicia, lo haremos”.