Debate a cuatro en el Salón de Grados en la Facultad de Derecho entre los candidatos al decanato del Ilustre Colegio de Abogados de València (ICAV), que se batirán en las urnas el próximo 5 de diciembre. Convocaba la Associació valenciana de juristes demócrates y la explicación de candidaturas y el posterior debate se prolongó durante casi dos horas.

Abrió el fuego Héctor Paricio, quien plantea un «cambio de arriba a abajo del colegio» frente a «la candidatura oficialista y continuismo» de una de sus rivales. «Hay que ver qué falta y qué no han hecho para dar respuesta a los compañeros, abriendo el colegio y teniendo por bandera la dignificación de la profesión». Paricio también plantea entre sus propuestas «bajas las cuotas de formación e, incluso, crear un bono» para que la formación llegue a todos los colegiados, independientemente de su poder adquisitivo. El abogado también aspira a evitar que «la Junta [de Gobierno del ICAV] no se aísle de los compañeros» además de que los recursos obtenidos por el pago de cuotas reviertan en los colegiados, «Las Juntas de Gobierno han engordado la cuenta económica del Colegio de Abogados, cuando ese dinero [5 millones actualmente} debería revertir en los colegiados». Paricio también se mostró muy crítico con la negativa de la actual Junta de Gobierno a modernizar el proceso de votación al decanato mediante el voto electrónico, la colocación de urnas en las delegaciones comarcales del ICAV o la ampliación del voto por correo, «que no han sido aceptados», lamentó Héctor Paricio.

Para la abogada Rebeca Lino, «el Colegio de Abogados necesita un cambio, para que sea útil al colegiado rompiendo la desafección existente». Unos objetivos que la candidata a decana pretende conseguir con «transparencia y un portal de transparencia real que explique dónde va destinado cada dinero». Lino promete «racionalizar el gasto» aunque no se comprometió a bajar las cuotas «sin saber el dinero que hay». La abogada también lamentó que se desconozcan

los criterios elegidos para elegir a los profesores que imparten clases en el máster de la Facultad de Derecho y la baja participación en las elecciones al decanato. «No entiendo cómo el tercer colegio de toda España tiene una participación tan baja. Lino también abogó por cerrar el turno de oficio a «todos los que no sean colegiados en València».

A continuación Auxiliadora Borja, defendió la posibilidad de «reducir cuotas a los colegiados. Se ha hecho en 2017 y 2018, lo hemos estudiado y se puede volver a hacer». Borja, que estuvo en la Junta de Gobierno de Rafael Bonmatí aunque hace dos años que se desvinculó, explicó que su objetivo es «ayudar a los pequeños y medianos despachos» y abogó por el desarrollo de aplicaciones, entre ellas, una que permitiría «denunciar de forma anónima las arbitrariedades que todos sufrimos en el día a día judicial». Según Borja, «hay que dar amparo y cercanía» a los colegiados y, se ufanó, «soy la única candidata que se ha comprometido a destinar un día a la semana a la atención personalizada del colegiado». También defendió la transparencia en la gestión del Colegio de Abogados, la formación contínua «que ha de ser barata» o que se pueda facilitar el pago y sin intereses «para ayudar a los colegiados» con menos posibilidades. Auxiliadora Borja también se comprometió a luchar para «conciliar la vida familiar y laboral» además de crear un comité de igualdad, además de «apoyar a los compañeros del turno de oficiol, sobre todo a los que tengan despacho en el ICAV».

Por último, Jorge Muñoz mostró su firme intención de «abrir el colegio y que el despacho del decano esté abierto a todos los colegiados». También defendió que «el abogado necesita "auctoritas" que nos la tiene que dar la sociedad y nosotros mismos» frente a situaciones como las que ha sufrido el turno de oficio «que ha sido maltratado: nos tienen explotados y al reclamar mejoras hemos estado sólos». Muñoz también se mostró contrario a la acumulación de cargos del decano y de los miembros de la Junta de Gobierno. «Necesitamos un cambio y darle un vuelco al ICAV. Quiero ser un decano que aglutine y que luche por nosotros» en detalles como por ejemplo «la eliminación del IVA de los servicios jurídicos».

Ya en el turno de debate, los colegiados que acudieron al Salón de Grados de la Facultad de Derecho plantearon numerosos cambios que mejorarían la situación de los colegiados. Como «evitar que se cobren las cuotas [de colegiado] el mismo mes que el IVA» o evitar la rebaja de 20 euros en la cuota del seguro de responsabilidad civl pero que «nos impone una franquicia de 1.500 euros», además de la sugerencia de la creación del «defensor del colegiado». Otro de los asistentes, planteó la necesidad de que la auditoría a la que se somete el ICAV «salga a concurso público» para evitar que sea la misma empresa elegida a dedo la que se encargue de esta tarea de fiscalización y también que las asambleas de la Junta de Gobierno se celebren por la tarde porque «si se hacen por la mañana no se puede ir».

También se planteó la injusticia que sufren numerosos abogados «que ya peinan canas» que dejaron de cobrar el complemento por bastanteo y que permitiría «a jubilados que cobran 600 euros o viudas que apenas reciben 400 euros» cobrar un suplemento que dejaron de obtener en los años noventa «a pesar de haber pagado a la mutualidad durante cuarenta años».

También se planteó la necesidad de modernizar la Academia de jurisprudencia y legislación sobre la que «se oyen voces que padece esclerosis, para que no sea un osario» para que pueda promover «actividades propias y no sólo las institucionalmente dirigidas», señaló el letrado Javier Boix, en el turno de palabras de los colegiados.