La ayuda de emergencia para las mujeres víctimas de violencia machista pasará de 200 a 2.205 euros, lo que implica multiplar por diez unos recursos que la vicepresidenta Mónica Oltra admitió ayer que eran ridículos, habida cuenta de que están pensados para cubrir situaciones extremas en que puede quedar una mujer. También subirán en 2019 otras ayudas básicas como las destinadas a cubrir el alojamiento de la víctima (pasa de 2.000 a 2.940 euros), para el transporte (de 500 a 735 euros) o para cuestiones de protección, que suben de 2.000 a 2.205 euros.

Así lo anunció la consellera de Igualdad durante la presentación de las acciones con motivo el Día internacional para la eliminación de la violencia de género. Las mejoras serán asumidas en los nuevos presupuestos de la conselleria, cuyas partidas para luchar contra el machismo crecen hasta los 19,1 millones, un incremento del 150 % respecto a las cuentas de 2015 heredadas del Consell popular.

La consellera anunció también la puesta en marcha de un servicio ambulatorio de atención a mujeres víctimas de violencia machista en zonas de interior. Una iniciativa sustentada en un estudio encargado por la conselleria sobre las mujeres en el mundo rural y, según el cual, están sujetas a un mayor control de la comunidad, tienen una menor percepción de las fomras discriminatorias y poseen menos oportunidades laborales para en un momento dado romper con el agresor.

El objetivo es proporcionarles asistencia in situ mediante equipos itinerantes que se coordinarán en cuatro bases fijas ubicadas en las localidades de Elda, Yátova, Segorbe y Sant Mateu. Estos servicios tendrán una estructura similar a los centros Dona 24 horas (equipos de psicólogas, trabajadoras sociales, educadoras, etc). La estimación es contratar a unas 50 personas.

Por otro lado, este año se continuará con la campaña «AssenyalaElMasclisme» con la que se pretende seguir concienciando a la sociedad y, en concreto, al entorno de la víctima para que denuncie los casos de machismo y sea intolerante con ellos. Los datos ofrecidos por la conselleria evidencian que siguen siendo residuales.