Cinco meses después de la llegada de José Luis Ábalos al Ministerio de Fomento y cuatro desde que la Conselleria de Obras Públicas presentó su propuesta para que el Gobierno mejore las conexiones a la AP7, cuando finalice el peaje en 2019, la Generalitat podrá tratar la liberalización de la autopista y celebrar la primera comisión de seguimiento del Plan de Cercanías. La cita será el próximo viernes, tras dos retrasos sucesivos. La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, se reunirá con el secretario General de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Javier Izquierdo, para "estudiar el documento elaborado por la conselleria que planifica las conexiones que necesitará la AP7 en la Comunitat Valenciana una vez que sea libre y gratuita a partir del 31 de diciembre de 2019, como ha indicado el propio ministro de Fomento".

La consellera defiende que "es necesario anticiparse y empezar ya a trabajar en las conexiones en peine que necesitará la AP7 a lo largo de nuestro territorio". En el documento presentado a Fomento hace cuatro meses, y sobre el que el departamento que dirige José Luis Ábalos aún no se ha pronunciado, "se han planteado 10 conexiones que precisa la Comunitat Valenciana, por ello, espera poder avanzar el trabajo y acordar los enlaces para poder anticiparse al 31 de diciembre de 2019".

En el mismo comunicado la consellera también adelanta que el próximo día 5 de diciembre, se reunirá la comisión de seguimiento del Plan de Cercanías entre la Generalitat y el Ministerio de Fomento. Una reunión que, según Salvador, "servirá para conocer la planificación y el estado de ejecución del Plan, así como abordar de forma concreta cuestiones como los problemas que está sufriendo el servicio de cercanías, especialmente en la C6". La consellera ha aprovechado para mostrar toda su "solidaridad con los usuarios de esta línea que hoy ha vuelto a ser objeto de nuevos incidentes".

La Generalitat consensuó el Plan de Cercanías con el Gobierno de Mariano Rajoy, cuando Íñigo de la Serna estaba al frente del Ministerio de Fomento, y el documento "evidenciaba un déficit inversor de 160 millones de euros para poder solucionar las carencias que sufre la red de Cercanías y que son falta de frecuencias, problemas de fiabilidad en la prestación del servicio, 27 puntos de velocidad limitada, tramos saturados donde apenas cabe un tren, 48 pasos a nivel, poblaciones sin servicios, instalaciones de seguridad obsoletas, insuficiente accesibilidad, falta de trenes y los que hay son muy viejos, etc". Por ello, la reunión servirá para "abordar todas las cuestiones y objetivos previstos en el Plan de Cercanías y se pedirá información sobre la consignación en los Presupuestos Generales del Estado que todavía se han de aprobar".

El MInistro de Fomento, José Luis Ábalos sí se ha reunido con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en tres ocasiones durante los tres últimos meses (sin contar los encuentros de partido): el 1 de agosto para firmar el acuerdo del Plan de Vivienda, en el Palau de la Generalitat; el 5 de septiembre en el Ministerio de Fomento, para analizar junto a Javier Lambán (presidente de Aragón) las actuaciones a realizar en el corredor cantábrico-mediterráneo; y el 13 de noviembre coincidieron en Castelló durante el inicio del servicio de Cercanías a Vinaròs.