El Gobierno de España se ha puesto en contacto con el patrón del pesquero de Santa Pola que el pasado jueves, rescató a 12 migrantes que navegaban a bordo de dos pateras en aguas internacionales cerca de Libia, y que fueron interceptadas por una patrullera del país africano.

Según informaron a este periódico fuentes de la Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana, los ministerios de Presidencia y de Fomento están haciendo un seguimiento de la situación del pesquero «Nuestra Madre Loreto», cuyo puerto base es el de Santa Pola.

Estas mismas fuentes aseguraron que además de contactar con el buque, desde donde se les ha asegurado que el estado de salud de las personas rescatadas y de los miembros de la tripulación es buena, también lo han hecho con la embajada de España en Libia para tratar de hallar una solución, que todavía no existe.

Urge una respuesta

«Estoy desesperado», es el mensaje que ha trasladado el patrón de «Nuestra Madre Loreto», al representante de la Cofradía de Pescadores de la localidad costera, Ángel Luchoro.

Las horas pasan muy lentas para los marineros de esta embarcación que se encuentra en aguas internacionales a la espera de que las autoridades le den una solución para desembarcar a los migrantes que recogieron de dos pateras.

El Gobierno de Pedro Sánchez comunicó ayer al pesquero las acciones que están llevando a cabo, a lo que los tripulantes urgieron a encontrar una solución al sentir que se sienten abandonados a su suerte, por la lentitud con la que se está gestionando el conflicto.

El barco se encontraba ayer más cerca de la costa de Italia que de la de Libia, pero el país italiano se ha opuesto a abrirles el puerto para acoger a los inmigrantes, tal como aseguró a este diario el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, tras haberse dirigido a la Policia de Finanza.

Temor a una rebelión a bordo

Ante este panorama, los tripulantes de «Nuestra Madre Loreto» se enfrentan también a otro problema. Y es que los inmigrantes puedan rechazar volver a Libia, y puedan acabar agitándose. A eso se suma otro obstáculo: el mal tiempo. Pese a que el pesquero no corre peligro por el temporal, el barco de la ONG Open Arms, que se encontraba próximo al buque santapolero para prestarle auxilio, ha tenido que alejarse y refugiarse en las costas de Túnez. Los marineros de la villa marinera temen que el oleaje pueda acabar también alterando o provocando la indisposición de los migrantes.

Por el momento, el pesquero sigue navegando cerca de la isla Pantelaria, situada al suroeste de la isla de Sicilia, a unos 70 kilómetros de la costa de África. Hace un mes que el barco partió desde Santa Pola para faenar y capturar marisco, de cara a la temporada alta de Navidad.