El arte de construir muros en piedra seca, tradicional en la Comunitat Valenciana y en zonas rurales de Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia, España y Suiza, ha sido inscrito este miércoles por la Unesco en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El Comité de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco consideró que "los muros de piedra seca desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas", como puede comprobarse en comarcas de las tres provincias valencianas.

Una candidatura que por parte de España incluye a nueve comunidades autónomas en las que este arte está presente además de la Comunitat Valenicana, en Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cataluña, Extremadura, Galicia.

Según la Generalitat, la Comunitat posee numerosos elementos construidos con la técnica de la piedra en seco, "un paisaje de elaboración humana" que puede verse en las comarcas del norte de Castellón, como las áreas de Vinaròs-Sant Jordi, en El Baix Maestrat; Tírig-Catí-Albocàsser, en L'Alt Maestrat y Vilafranca-Castellfort, en la comarca de Els Ports de Morella.

Allí es frecuente encontrar casetas y "barraques" diseminadas por todo el territorio, apunta el comunicado del Gobierno valenciano.En la provincia de Alicante destacan los municipios de Callosa d'en Sarrià, Novelda, Crevillent o Pinoso, con numerosos ejemplos de ribazos, refugios agrícolas o refugios de cantero construidos con esta técnica y asociados a la antigua extracción minera.

Por su parte, en las comarcas de Valencia destaca el municipio de Enguera, con un gran número de refugios, llamados cucos, repartidos por todo su término. La Generalitat declaró la técnica constructiva de la piedra en seco como bien de relevancia local inmaterial en noviembre de 2016.

La Convención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) anunció la decisión en su reunión de Port Luis (República de Mauricio), donde examina esta semana varias candidaturas para la citada lista.

Este tipo de muros se realizan mediante el apilamiento de piedras sin usar otros materiales de construcción salvo tierra seca, y están muy extendidos, sobre todo, en zonas rurales de estos países europeos, según se extrae del comunicado emitido por la Unesco.

Estas estructuras no hacen daño al medio ambiente y son "un ejemplo de relación equilibrada entre el ser humano y la naturaleza", según la Unesco.

Además de servir en la prevención de desastres naturales, también contribuyen a luchar contra la erosión y desertificación, a mejorar la biodiversidad y a crear condiciones microclimáticas propicias para la agricultura.

Esta era una de las candidaturas de España que la Unesco evaluaba, junto a las tamboradas, repiques rituales de tambor propios de diversas localidades (Teruel, Albacete y Córdoba, entre otras).