Si los españoles desechan el 18 por ciento de la comida que compran, lo que supondría en torno a 2,9 millones de toneladas de alimentos cada año, en la Comunitat Valenciana podrían suponer 290.000 toneladas/año y unas 5.600 toneladas de comida tirada a la basura a la semana. Estas cifras se han puesto encima de la mesa durante la presentación del plan autonómico para reducir a cero el desperdicio alimentario, que ha presentado esta mañana la consellera de Agricultura, Elena Cebrián.

"Desearíamos -ha señalado Cebrián- que el plan de la Generalitat sirviera para rebajar esas cifras, considerando su importancia a partir de la paradoja que supone producir para tirar". Con la asistencia de cerca de 200 personas de diferentes colectivos y entidades a la jornada orientada a la reducción de desechos de comida, el objetivo de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente es disponer de un diagnóstico de la situación en la Comunitat a partir de la estimación antes mencionada, así como implicar a la ciudadanía en un "cambio de hábitos y definir estrategias a corto y medio plazo para reducir a cero la comida que se tira a la basura", según el departamento.

Asimismo se quieren "identificar retos y oportunidades que permitan concretar acciones adaptadas al territorio, y establecer mecanismos de coordinación entre las administraciones públicas y agentes de la cadena para estrategias conjuntas ágiles, dinámicas y fluidas a corto y medio plazo", informa la conselleria en un comunicado.

Otra de las acciones es plantear acciones de concienciación, sensibilización y visibilización con el fin de implicar a toda la ciudadanía en un cambio de hábitos que facilite la reducción del desperdicio alimentario. "Se trata de un plan abierto y dinámico, que pretende crecer y retroalimentarse de las aportaciones que haga el sector agroalimentario, junto con otras de otros ámbitos transversales que tengan relación con la alimentación y el consumo consciente y responsable", añaden.

El plan entra dentro de los objetivos del Consell del Botànic, formado por PSPV-Compromís, acordados en el último seminario de trabajo de Biar con el que se quiere "dar contenido a la economía circular y a la lucha contra el cambio climático, mediante una acción concreta y desde la educación ambiental y la concienciación".

Teniendo en cuenta los distintos puntos de vista desde los que se puede abordar esta paradoja, la consellera ha destacado "el impacto económico, social y medioambiental del desperdicio alimentario, así como el dilema ético que plantea".

Para debatir sobre la cuestión numerosas entidades (públicas, de custodia, de agentes económicos y sociales, de consumidores y ong) se han dado cita en esta jornada de diálogo y reflexión. En la primera mesa redonda sobre políticas públicas han participado Vicente Domingo (Centre Mundial d'Alimentació Sostenible), Consol Castillo (Ajuntament de València), Esther Valverde (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) y Ángel Fonseca (FAO).

En la mesa sobre pérdida de alimentos en la fase de producción se han dado cita el IVIA, el Instituto Tecnológico de Embalaje y Logística, la iniciativa Espigoladors y Mercavalencia. En el debate sobre desaprovechamiento de alimentos en el consumo han interventido representantes del Centre d'Educació Ambiental de la Comunitat Valenciana, Consum, la Unió de Consumidors de la Comunitat Valenciana, Cruz Roja y Cuinatur.

També han estado presentes los directores y directores generales de Prevención de Incendios, Delia Álvarez, de Relaciones con la Unión Europea, Daría Terráez, de Comercio, Natxo Costa, y de Cambio Climático, Joan Piquer.