La situación en el Nuestra Madre Loreto comienza a ser insostenible. Ayer, mientras el armador del pesquero de Santa Pola, José Durá, confiaba en que los doce inmigrantes que permanecen a bordo de la embarcación desde hace más de una semana iban a ser evacuados en algunos de los barcos de las ONG que se habían desplazado hasta la zona donde se encuentra (en aguas internacionales entre Libia, Malta y Lampedusa) solo a última hora se autorizó la evacuación por motivos de salud de uno de ellos. Un joven que en los últimos días había sufrido varios desvanecimientos y que está deshidratado y debilitado, por lo que fue llevado en helicóptero hasta un hospital de Malta. De la suerte que va a correr del resto continúa sin saberse nada.

Desde Open Arms, una ONG dedicada al rescate de inmigrantes en el mar, explicaron anoche a este diario que la situación en el pesquero de Santa Pola «es grave y empeora cada día que pasa». Por la mañana sus servicios médicos atendieron a los rescatados, que ya empiezan a mostrar los efectos de los días que llevan en alta mar, la mayoría en medio de un fuerte temporal.

Una portavoz de la ONG señaló que tanto ellos como la organización italiana Mediterránea Rescue, cuya embarcación (el Mare Jonio) se encuentra también en la zona, han pedido al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo la evacuación urgente de los 11 inmigrantes que siguen a bordo de barco «y nos hemos puesto a disposición para lo que quieran, pero nadie ha dicho nada». Mientras el patrón del pesquero, Pascual Durá, ya avanzó que la comida y el combustible empiezan a escasear, desde Santa Pola su padre y armador vive con preocupación una situación a la que el Gobierno se resiste a dar a una solución. «Nos han abandonado», lamentó.

Las organizaciones de la alianza United4Med, Mediterranean, Open Arms y Sea-Watch han pedido a los gobiernos europeos que asuman la responsabilidad de lo que está sucediendo y encuentren una solución compartida para garantizar que estas personas puedan ir a un puerto seguro. En un comunicado difundido ayer afirman que «es probable que las condiciones climáticas, que ya son muy duras en estos días, empeoren rápidamente y esto también pondría en peligro la estabilidad de la embarcación que somete a la tripulación y los sobrevivientes a un mayor riesgo. A bordo de la embarcación hay sobre la tripulación, que ha estado viviendo esta condición dramática durante días, 12 personas en condiciones precarias de salud, incluidos 2 menores, que sobrevivieron a un naufragio y que muestran signos evidentes de tortura sufrida en los campos de detención en Libia».

La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, dijo ayer que el Consell sigue trabajando para conseguir que el pesquero pueda volver «a su casa». El líder de Podemos Pablo Iglesias también lo exigió al Gobierno.