«La historia está para entenderla, asumirla y combatirla en el peor de sus pasados». Con esta frase inauguró ayer Ximo Puig en el patio gótico de la Generalitat la exposición La memòria del Regne, compuesta por tres muestras que repasan los 600 años de la Generalitat desde tres prismas: los documentos y archivos, las monedas y la heráldica.

La exposición pretende acercar a los valencianos los símbolos del autogobierno o, al menos, así lo expresó Puig, acompañado por los expresidentes Joan Lerma y Alberto Fabra, pero también por Enric Morera, porque en las Corts, según Puig, se fundó y vinculó hace seiscientos años a través de un pacto. «Pactar es avanzar, aunque no esté de moda en estos momentos», dijo Puig, para quien pactar es sinónimo de avanzar. La alusión al Botànic precedió al del cuarenta aniversario de la Constitución, ya que los documentos gráficos y físicos que recoge la exposición demuestran que mucho antes del marco jurídico de las comunidades autónomas que estableció la Carta Magna en 1975, ya había una idiosincrasia común en el Regne de València, una «vanguardia» a lo que después sería el sistema de las autonomías.

Las conselleras Elena Cebrián y Maria José Salvador, el presidente de la diputación Toni Gaspar o el teniente general Gan Pampols fueron otros de los custodios del emblema que presidió la inauguración. Se trata de la primera muestra heráldica del reino de València que une el escudo, el yelmo y el dragón. Según explicó uno de los cuatro comisarios de la exposición, Arturo Zaragozá, fue encontrado en el almacén del Museo de Bellas Artes de València. La entrada del escudo data de 1867 procedente del derribo de las murallas y de la puerta de la Sharea de la ciudad. Tal es la relevancia de este emblema, tallado en piedra, que Zaragozá invitó a Puig a conservarlo en el mismo patio gótico como la representación gráfica más antigua de la Generalitat.

La exposición recupera una amplia muestra de escudos y de símbolos históricos de una institución que para su presidente representa los valores de la ilustración y la república, «libertad, fraternidad e igualdad», valores que conectan «con el avance de las ideas de la humanidad»