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Balance de los seis primeros meses de Pedro Sánchez

Mucho diálogo y pocas realidades

La rama socialista del Consell destaca que hay más entendimiento que con Rajoy, pero Compromís echa en falta más concreción

Mucho diálogo y pocas realidades

Cumplido el primer semestre de Pedro Sánchez al frente del Gobierno, parte del Consell empieza a detectar que hay más palabras que hechos en la gestión del Ejecutivo y pocas realidades tangibles y concretas. Entre los cargos de Compromís aflora ya desencanto, aunque la rama socialista incide en que se ha hecho más en seis meses que en seis años de Rajoy.

En este tiempo, la agenda valenciana (infrafinanciación, solución a la deuda o infraestructuras) no ha logrado colarse entre las prioridades del Ejecutivo español; el anuncio de una amplia reforma de la Constitución que ansía el Consell se ha diluido y hasta la petición de socorro del pesquero valenciano con inmigrantes a bordo cerca de Libia ha tenido el silencio como única respuesta gubernamental, una imagen que contrasta y mucho con el amplio despliegue para la llegada del «Aquarius» en junio.

En el entorno de la vicepresidenta, Mónica Oltra, señalan que la imagen del barco Nuestra Señora de Loreto es muy sintomática y refleja cómo muchas de las expectativas generadas tras la moción de censura se han descafeinado. Aquel era el momento fundacional del Gobierno Sánchez y la llegada del Aquarius se abordó con entusiasmo por un gabinete que acababa de aterrizar y necesitaba gestos potentes para visualizar el cambio respecto a la era Rajoy, al contrario de lo que ocurre ahora.

En cambio, fuentes cercanas a Ximo Puig defienden que la llegada de Sánchez a La Moncloa ha abierto vías de diálogo impensables en la época del PP, que las visitas de los ministros a territorio valenciano son continuas, que las políticas de Sánchez imitan desde el momento inicial a las del Botànic y que, al margen de lo prometido en un presupuesto aún pendiente, todas las licitaciones de infraestructuras se han acelerado.

En la coalición que lidera Mónica Oltra admiten que la relación actual entre el Consell y el Gobierno central no tiene punto de comparación con la que se tenía en la época de Rajoy pero alertan de que hacen falta hechos claros y en esa cuestión el Gobierno de Sánchez «falla estrepitosamente».

Capacidad de entendimiento

Las fuentes socialistas destacan que la sintonía y las vías de diálogo están permanentemente abiertas, la capacidad de entendimiento es mucho mayor y existe una relación con el Gobierno que empieza a resultar muy efectiva para los intereses valencianos, como en la liberalización de la AP-7; la elección de un valenciano como comisionado para el corredor Mediterráneo, infraestructura crucial que ya avanza a buen ritmo o la implicación a la hora de incluir el eje Valencia-Zaragoza-Cantábrico entre las prioridades.

Además, destacan los socialistas que Sánchez ha aportado oxígeno a la vida española y sus primeras medidas de regeneración, diálogo y transparencia resultan tangibles y todo ello sin una mayoría sólida en el Congreso y una situación muy complicada, una vez que Podemos ha dado por agotada la legislatura y los partidos catalanes se resisten a dar apoyo a los presupuestos tras la petición de la fiscalía de elevadas penas de cárcel para los líderes del «procés».

Pero en Compromís hay muchos que tienen la sensación de que el Gobierno fue demasiado rápido en los anuncios para tratar de instalar entre la ciudadanía una pátina de cambio profundo y ahora, seis meses después, es víctima de un impulso que no se concreta en nada reseñable.

Así, ponen como ejemplo de expectativas que han decaído el anuncio inicial de una reforma «seria» de la Constitución que ha quedado limitada a un cambio sobre aforamientos que a Compromís le parece «una broma».

Anuncios incumplidos

Incluso esta semana, el Gobierno se ha descolgado en una reunión sectorial de Servicios Sociales en Madrid con una propuesta bastante peor que la planteó el Gobierno de Rajoy y que se ha visto obligado a rectificar. Tampoco los anuncios tras el encuentro de Puig y Sánchez en la Moncloa del pasado octubre se han cumplido.

También lamentan que no llegan los fondos prometidos para la dependencia y que el Gobierno no ha presentado una propuesta para la reforma de la financiación.

Los socialistas rebaten que el Gobierno hace lo posible para avanzar pero no encuentra la complicidad de nadie porque necesita un acuerdo de las autonomías y también con el PP.

En Compromís también sostienen que Sánchez no ha entendido bien que su llegada a la Moncloa no obedece a la alternancia clásica de los últimos 40 años en España, sino a una necesidad por higiene democrática para desalojar a un gobierno corrupto. En su opinión, Sánchez no ha leído bien que en España se ha producido un cambio histórico en los últimos ocho años y que la sociedad española ya no tiene nada que ver con la que dejó el PSOE cuando Zapatero abandonó La Moncloa en 2011.

Y mientras las peticiones lanzadas en las últimas horas tanto por Ximo Puig como por Mónica Oltra para que el pesquero de Santa Pola atraque en puerto valenciano con los inmigrantes no encuentran respuesta en el Gobierno. Del encanto al desencanto en seis meses.

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