«No lo sabemos si lo conseguiremos, pero si no lo intentamos no lo lograremos nunca». Cuarenta y siete años después, José Gálvez, busca justicia y reparación por los 19 días de torturas que sufrió en la Jefatura de Policía de Valencia a cargo del entonces Jefe de la Brigada Político Social (BPS), Benjamín Solsona Cortés.

Gálvez, que entonces estudiaba Economía en la Universitat de València (UV) fue uno de los 30 opositores al franquismo detenidos entre el 23 de abril y el 1 de marzo de 1971.

José, Juan José, Vicent, Luis, Pedro y Manuel, que entonces eran militantes comunistas en la clandestinidad, firman las seis querellas que se presentaron ayer en los juzgados de València contra Solsona, quien hoy tiene 87 años y es el único que queda con vida de los cinco policías que torturaron a los detenidos en los calabozos de la comisaría. Solsona, ya en democracia, fue nombrado jefe de la policía en Bilbao y luego destinado a Mallorca hasta que se jubiló.

«Me sacaron de madrugada del piso en el que vivía y me llevaron a comisaría», cuenta Gálvez. «Al ser estudiante nos libramos de la cama eléctrica, pero no de la rueda», revive. En ella los agentes se turnaban para golpearles.

«Cuando me llevaron al calabozo, tenía el estómago negro de tantos palos que me habían dado», añade. Su relato es el testimonio vivo del manual de torturas de la policía franquista: «También nos hacían el pato o hacernos andar en cuclillas con las muñecas encadenadas por debajo de las rodillas, y la bañera, en le que te ahogaban metiéndote la cabeza en el agua».

Gálvez aún tiene presente el «sadismo real» de Solsona, «a quien sus compañeros lo tenían que parar para que no se le fuera la mano con nosotros». El abogado de los seis querellantes, Guillermo Noguera, considera que los delitos por los que piden que se juzgue al expolicía franquista «son de lesa humanidad y, por tanto, no prescriben». «La Ley de Amnistía de 1977 es una ley de punto y final que no se puede aplicar, pues contradice todos los tratados internacionales suscritos por España», subraya.

Si las seis querellas presentadas las archivan los tribunales valencianos, el letrado de los seis luchadores antifranquistas y la plataforma de la querella argentina han anunciado que llevarán el caso hasta la justicia europea.