Cuatro meses después y con 100 kilos menos, Teófilo Rodríguez, el joven de Turís con superobesidad retomó ayer su vida. Tal como había adelantado él mismo y su familia, Teo recibió a primera hora de la tarde de ayer el alta y pudo salir del hospital de Manises donde ha permanecido encamado los últimos cuatro meses después de que los kilos -385 pesaba al entrar- llevaran su cuerpo al límite.

Una ambulancia le trasladó ayer por la tarde hasta la vivienda de su madre en Turís donde, en un principio y por ahora, tiene pensado quedarse. En estos cuatro meses de hospitalización, Teo ha vuelto a ponerse de pie y a andar, aunque todavía necesita de apoyo y no puede cubrir largas distancias pero sí lo suficiente para poder abandonar la cama como su único hábitat.

Para ayudarle con su movilidad dentro de casa, el hospital de Manises le ha facilitado una silla especial para poder moverse y también dispone de un andador «que hemos tenido que pagar», aseguró ayer su hermana Dévora.

Además, Teo tendrá suministro de oxígeno en casa de su madre y también dispone de una mochila para llevarlo y facilitar que continúe con sus ejercicios para volver a andar con normalidad porque el objetivo, tanto de sus médicos como el suyo propio, es seguir perdiendo peso y ganar en movilidad. «La verdad es que estamos todos muy contentos de que haya vuelto a casa», aseguraba ayer su hermana Dévora.

En ambulancia y sin camión

La salida del hospital, de hecho, nada tuvo que ver con el traslado frustrado de vuelta a su casa que tuvo que sufrir Teo a mediados de mes de agosto en un camión de mudanzas. Pesaba 385 kilos y permanecía sin poder moverse en una cama bariátrica especial que ha usado (y se ha estropeado) durante su estancia en Manises.

Ayer, los 100 kilos que ha perdido en este tiempo tras atender a las pautas de los especialistas, hicieron posible que su salida fuera ya en una ambulancia habilitada para pacientes bariátricos con una camilla que puede soportar a pacientes de hasta 318 kilos.

Nada que ver con el circo de mediados de agosto cuando, además, la familia en bloque se oponía a que mandaran a Teo a casa: no tenían ni cómo atenderlo convenientemente ni se fiaban de que su estado físico no se fuera a resentir de un día para otro.

Desde el hospital de Manises siempre han mantenido, y lo han hecho hasta el último momento, que desde aquel frustrado intento de traslado, el ingreso de Teo ha sido por motivos «sociales» que no «médicos», por lo que realmente ayer no medió alta al uso sino que se daban las condiciones adecuadas para que el joven de Turís pudiera volver a su entorno con unas mínimas garantías.

El objetivo, ahora, es seguir con el tratamiento que ha mantenido en estas semanas para seguir perdiendo peso y, sobre todo, ganando en movilidad e independencia. Para ello seguirá con una pauta de rehabilitación en su centro de salud y con un calendario de visitas con los especialistas para seguir sus avances.

Teo tiene la mente puesta en poder pasar por el quirófano para someterse a una cirugía bariátrica. La oportunidad le ha venido de la mano del cirujano especialista en obesidad mórbida Carlos Ballesta, el primero de España que realizó una intervención de obesidad mórbida por laparoscopia.

El cirujano de Granada ya se ha reunido con Teo y con sus responsables médicos de Manises y le ha ofrecido operarle gratis aunque, eso sí, la familia tendría que correr con los gastos de la hospitalización, un «pero» de «5.000 euros cada tres días», según cifró Dévora Rodríguez, que aún no saben cómo salvarán y para lo que también han solicitado ayuda externa.

En el tintero del paso de Teo por el hospital se quedan las acciones judiciales emprendidas por la familia contra el centro público gestionado por Sanitas al que acusaron en su día de mala praxis.