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Ley de Acompañamiento

El Botànic aparca en plena ofensiva de la derecha los asuntos más conflictivos

El tripartito cierra filas, logra aprobar sin choques cambios en 40 leyes y da un año de margen al Consell para repartir las ayudas entre todos los sindicatos

El Botànic aparca en plena ofensiva de la derecha los asuntos más conflictivos

La onda expansiva que llegó el domingo a la política valenciana procedente de Andalucía ha actuado a modo de bálsamo para suavizar fricciones dentro del Pacte del Botànic.

La máxima que estos días ha lanzado el portavoz socialista, Manolo Mata: «Lo primero es no hacerse daño», del latín «primum non nocere» la han aplicado a rajatabla los tres partidos, PSPV, Compromís y Podemos.

Los partidos que sostienen al gobierno valenciano entienden que no es hora de visualizar conflictos internos y ayer quedó de manifiesto. El debate de la ley de Acompañamiento acaba (a falta del pleno) con cambios en 40 leyes y sin graves fracturas en el Botànic. No fue fácil porque la comisión empezó con tres horas de retraso porque la negociación seguía de la noche anterior. Pero hubo paz.

Uno de los asuntos más espinosos para el Botànic, el de la reforma de la Ley de Participación Institucional, que abocaba a Podemos a visualizar un acuerdo con el PP y Cs para abrir las ayudas a los sindicatos y patronal menos representativos se salda con un acuerdo del tripartito para dar un margen de un año al Consell para decidir un reglamento que regula el acceso a ayudas también a las entidades que no son mayoritarias.

Del debate a la totalidad, al debate de la tranquilidad. Si hace unas semanas, este mismo debate se saldó con fuertes tensiones entre Podemos y el bloque PSPV-Compromís, ayer llegó la calma.

Mata se deshizo en halagos a la aportacion de Podemos al Botànic y destacó que se han logrado soluciones para casi todos los temas peliagudos. Hasta la portavoz del PP, Eva Ortiz, alabó la capacidad de Mata para salvar acuerdos en los momentos más complicados.

Tampoco Podemos, después de lo que ha caído en Andalucía y con la ultraderecha desbocada, parecía tener ganas ayer de que se visualizara algún punto de coincidencia con el PP aunque lo había en bastantes cuestiones, como rebajar ayudas a los sindicatos y patronal.

También se aprueba la moratoria al límite en el gasto del personal en À Punt y la reforma de la ley de Puertos, contra la que Podemos estaba radicalmente en contra, se salva con la creación de entes autónomos pero bajo control de las Administraciones públicas.

Por presión de Cs se incluye que el 40 % de los beneficios recalen en los puertos que los han generado. También hay acuerdo unánime para ampliar las indemnizaciones a las víctimas de violencia machista y se blinda por ley que la Agencia Valenciana de Innovación tendrá su sede operativa en Alicante.

También quedan congeladas la tasa a las bebidas azucaradas y a las pernoctaciones turísticas o la reducción de la ratio en escuelas de cero a tres años que defendía Podemos y que se dejan para la nueva legislatura si se reedita el Botànic. También hay acuerdo en dar más independencia a la Agencia Antifraude que pasa a depender a todos los efectos de las Corts y también se reconoce a los agentes medioambientales o se eliminan las tasas para los aspirantes a plazas de Policía Local.

El PP habló de cambalache en el acuerdo sobre los puertos y volvió a sacar a colación al exasesor de Presidencia, José Manuel Orengo, y su relación con Baleària para desacreditar el acuerdo logrado.

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