El debate de expertos gira hacia una cuestión fundamental para los valencianos: la vertebración. El profesor Romero recuerda que en los años 30 del pasado siglo existió una burguesía que, aunque era conservadora, tenía cierta idea de «país».

Sin embargo, el silencio de las élites económicas ha resultado «ensordecedor» prácticamente desde entonces. «Se refugiaron en el ladrillo y sus empresas y ha existido una falta de liderazgo evidente».

Vicent Flor apunta a la despoblación del interior como el gran problema y Rafa Castelló al escaso sentimiento de pertenencia. El primero reclama a la ciudad de València un esfuerzo por entender mejor el territorio para no caer en el error de copiar el modelo que Madrid y mantener todas las instituciones del autogobierno en València. Un error que ya se produce.

La profesora Ventura pide «más imaginación» contra ese «centralismo» de València porque solo el CES en Castelló y el Síndic de Greuges en Alicante escapan a ese modelo.

Pero Meco ve aspectos novedosos a tener en cuenta como el hecho de que la necesidad de infraestructuras clave empieza a calar entre la ciudadanía y el corredor mediterráneo es un ejemplo. A ello se une que la patronal y los sindicatos han asumido en su agenda esa cuestión, como la de la financiación.

El debate deriva hacia el modelo territorial que consagra las provincias. Garrido Mayol dice que las instituciones provinciales «estorban». «Son un entramado artificial, que se superpone y que no responde a la historia». Incluso recuerda que hay vigente una ley de 1983 que permite a la Generalitat coordinar competencias y no ha sido derogada.

Aporta Vizcaíno que las provincias no puede ser «subcomunidades» y que la clave para sustituirlas está más en el «empoderamiento» de los municipios. Igual que otros ponentes, Vizcaíno destaca la importancia de las comarcas, pero sin que se creen 34 entes políticos nuevos.

Zulima Pérez defiende la necesidad de cambios legales para que cada autonomía se organice como considere y si quiere dejar sin competencias a las diputaciones, que lo haga. Flor incide en que la capacidad del gasto entre administraciones es crucial y autonomías y municipios están infrafinanciados porque el Estado concentra el 50% de capacidad de gasto cuando en modelos federales tiene un tercio. Ventura es partidaria de repensar los municipios y pone como ejemplo la imposibilidad de defender a las víctimas de maltrato en pueblos sin Policía.