El Ministerio de Fomento se comprometió ayer con la Generalitat a invertir 250 millones de euros en la red de Cercanías de la Comunitat Valenciana el próximo año, en cumplimiento del Plan de Cercanías 2017-2025 presentado el 18 de diciembre de 2017.

El compromiso fue explicitado por el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, en la primera reunión de seguimiento que se celebra de esta planificación de las Cercanías valencianas que debía reunirse semestralmente pero que el anterior ministro, Íñigo de la Serna, nunca llegó a convocar.

«La movilidad sostenible es el objetivo número uno de este Gobierno, porque hace la economía sostenible. Un total de 17 millones de personas usaron las Cercanías en la Comunitat Valenciana el año pasado, por lo que nuestro compromiso es movilizar 250 millones de euros en 2019», incluidos los 47 millones comprometidos por Renfe en la compra de nuevos trenes, se comprometió Saura ante los periodistas tras la reunión con su equipo con el de la Conselleria de Obras Públicas.

Una inversión que, obviamente, depende de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado que comenzarán a tramitarse en enero y que dependen del apoyo parlamentario que consiga el Gobierno en minoría de Pedro Sánchez.

A la pregunta de si se mantendrá esta inversión si se deben prorrogar los actuales presupuestos, Saura contestó que «lo ideal es que se aprueben los presupuestos [de 2019]», aunque su retraso no debería afectar a estas previsiones porque, explicó, «los presupuestos de las empresas públicas son estimativos, no limitativos como los del ministerio, lo que da más margen de maniobra».

Saura fue muy crítico con la inversión en Cercanías de los anteriores gobiernos del PP: «Entre 2012 y 2016 se invirtió una media de 13 millones de euros al año. En 2017 aumentó a 30 millones y en 2018 aumentó a 45, aunque a este ritmo la inversión de 1.436 millones se hubiera eternizado», ironizó el secretario de Estado de Infraestructuras.

La consellera de Obras Públicas, María José Salvador, destacó que a la primera reunión de seguimiento del Plan de Cercanías «se llega con la puesta en marcha de los servicios de Vinaròs y Villena, que el anterior Gobierno ni siquiera había desarrollado». Y ni siquiera llegaron a convocarse las reuniones semestrales a las que se comprometió Íñigo de la Serna tras presentar la planificación ferroviaria.

También detalló los objetivos a cumplir a corto plazo en el Plan de Cercanías y que ya se han licitado: la duplicación del tramo Cullera-Gandia, la puesta en marcha del tramo l'Alcúdia-Moixent, la modernización de los sistemas de seguridad en la Xàtiva-Alcoi, la electrificación de la línea C-3 entre Sant Isidre y Buñol o la adjudicación de las obras de renovación de la vía y electrificación de la C5 Sagunt-Caudiel. .

Sobre el Tren de la Costa, la consellera se mostró confiada en que el tramo de nueva obra Gandia-Oliva consiga en breve la evaluación de impacto ambiental «para que el Ministerio de Fomento pueda licitar las obras». Al tiempo que anunciaba una reunión con los alcaldes de la Marina beneficiados por el trazado para resolver las alegaciones presentadas al proyecto.