«No és abús, és violació». «Ja n'hi ha prou de Justícia patriarcal». Eran algunas de las pancartas que exhibieron ayer tarde decenas de personas que se concentraron, ante el Ayuntamiento de València, para rechazar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) que confirma la condena de la Audiencia a los cinco acusados de La Manada por abuso sexual y no por agresión, al no apreciar ni violencia ni intimidación en los hechos que tuvieron lugar en los Sanfermines de 2016, cuando una joven madrileña de 18 años denuncio haber sufrido una violación múltiple.

La concentración en València se convocó nada más conocer el fallo judicial que fue calificado de «indignante» por organizaciones y colectivos feministas tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de España, y que esperan que el Tribunal Supremo «corrija» este criterio y aprecie agresión. Para la presidenta de Fundación Mujeres, Marisa Soleto, la nueva sentencia «hace correcciones interesantes» a la anterior, aunque vuelve a reflejar el problema de «la falta distinción» entre agresión y abuso.