? Si a la sociedad en general le cuesta digerir y hablar de la muerte de un hijo, si ésta se produce mediante suicidio, el tabú es mayor. Por eso López explica que «el libro intenta que mi hija, cuando yo me muera, no desaparezca con mi muerte, sino que quede. Rescatarla de esa invisibilidad porque mi hija fue maravillosa y tuvo esta muerte porque es lo que ocurrió. Lo importante rescatar la importancia que tuvo la vida de esa persona en la nuestra». López lanza un mensaje importante: «Negando los suicidios no los vamos a resolver. Una muerte con estas características cambia la vida del resto para siempre de una manera brutal y es importante que se hable porque igual que se niega el suicidio se niega lo que viene después. No sabemos lo que está en la mente de estas personas pero sería bueno que supieran el cataclismo que se produce después de su desaparición, que vieran la red de amor que les rodea y como son de importantes para nosotros».